Académicos e investigadores rechazaron las acusaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y advirtieron que se ha señalado a los universitarios desde la más alta esfera del poder, que priva el desconocimiento de la institución —donde siempre se ha hecho crítica al pensamiento único—, y genera sospechas de intervencionismo.
En su conferencia de ayer, el Presidente afirmó que la UNAM perdió su esencia y dejó de formar cuadros de profesionales para servir al pueblo y que se volvió individualista y defensora de proyectos neoliberales.
Al respecto, el exrector de la UNAM José Sarukhán rechazó las críticas y afirmó que la Universidad mantiene un compromiso con la sociedad, el cual, dijo, sigue vigente. Negó que la institución haya perdido su esencia.
El investigador José Woldenberg, exconsejero presidente del IFE, hoy INE, sostuvo que por desgracia López Obrador no conoce a la UNAM, y que los comentarios quizá se deriven de que le molesta la autonomía de la casa de estudios. “Hay que defender a la Universidad y a su autonomía, hay que defenderla de la mala voluntad que irradia la propia Presidencia”, atajó.
Fernando Serrano, profesor de la Facultad de Derecho y exabogado General de la UNAM, subrayó que la Universidad tiene la obligación de formar técnicos, humanistas, científicos y profesionales en todas las ramas del conocimiento: “Tiene la obligación de formar ciudadanos libres, responsables y comprometidos. En todas las aulas y recintos se manifiestan todas las ideas (...) Ese respeto a la libertad de expresión es el elemento fundamental de la vida universitaria”.
Por su parte, César Astudillo, quien fue abogado General de la UNAM, comentó que espera que los señalamientos del Presidente no se traten de un intento de interferir en la institución: “Implican no tener claridad de la historia de la Universidad, que además es su universidad”.
Sergio Alcocer, investigador del Instituto de Ingeniería, consideró que la opinión del P residente no es útil para el momento que atraviesa el país y que, en lugar de criticarla, se le debe dotar de más recursos.
Francisco Valdés Ugalde, académico del Instituto de Investigaciones Sociales, advirtió que el Mandatario se equivoca, “miente o exhibe su ignorancia. En el primer caso, se trataría de mala fe, y en el segundo, de un error”.
En la UNAM es donde más investigación y docencia se ha hecho para mostrar los errores del neoliberalismo, dijo. “Sus afirmaciones no son sino otro velo con el que encubre su apetito insaciable de poder”, agregó.
La investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Erika Bárcena, mencionó que las declaraciones “generan francas sospechas de intervencionismo, que no necesariamente lleve a una mejora, sino a una cooptación. No sería ni la primera ni la última vez que un gobierno pretenda decidir qué, cómo, cuándo y quiénes participen en la construcción y difusión del conocimiento”.
Julieta Fierro, del Instituto de Astronomía, lamentó que López Obrador tenga una visión equivocada. Atribuyó sus críticas a que está confundido y que no se ha dado cuenta de que la comunidad está para ayudarlo.