Pachuca, Hgo.— La toma de posesión del gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, fue un nuevo “aplausómetro” para las corcholatas presidenciales que se dieron cita en Pachuca.
El canciller Marcelo Ebrard Casaubon; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, así como el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, midieron fuerzas en un terreno que parece disparejo, pues parte de los militantes y simpatizantes fueron convocados por el partido desde la capital del país.
En cambio, a la hora de medir la popularidad a través de las selfies antes de la ceremonia, el canciller fue el más solicitado por los invitados que le pedían posar para sus celulares, seguido del presidente de la Jucopo en el Senado, quien también sonrió para las fotos. Sheinbaum Pardo regaló alguna selfies pero hasta el término de la ceremonia, cuando se le acercaron varios simpatizantes en el trayecto hacia su vehículo.
Los aspirantes a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador llegaron en diferentes momentos a la explanada de la Plaza Juárez, a un costado del Palacio de Gobierno, donde se llevó a cabo la sesión del Congreso estatal.
Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard se encontraron en uno de los accesos y casi entraron al mismo tiempo, mientras que Ricardo Mon- real lo hizo minutos después y por una entrada diferente.
Los tres fueron sentados en la primera fila, de donde el secretario de Relaciones Exteriores y el senador Monreal se levantaban constantemente para atender a quienes se acercaban a saludarlos.
En tanto, López Hernández fue el último en llegar a la explanada acompañando al gobernador entrante, debido a que fungió como representante del Presidente de la República, y por ese motivo no se sentó junto a las corcholatas, ya que tenía un lugar reservado en el presídium.
Eso sí, al finalizar la sesión solemne y al caminar hacia la salida, fue de los más solicitados con fotos y selfies.
Aunque se sentaron en primera fila, Ebrard Casaubon, Monreal Ávila y Sheinbaum Pardo guardaron su distancia.
Más lejos, a 14 asientos a la derecha de Sheinbaum Pardo se sentó Monreal Ávila junto al líder sindical Pedro Haces y atrás de ellos el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, con quien el senador ha tenido diferencias.
En la primera fila, cerca del secretario técnico de la Jucopo del Senado, José Manuel del Río Virgen, estuvo sentada otra corcholata, pero recién destapada y de la Ciudad de México: la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien repartía saludos y abrazos con sus compañeros de partido.
Al final del acto no hubo foto con todas las corcholatas juntas y cada aspirante presidencial abandonó el lugar por distintas salidas.
Previo a la ceremonia de toma de protesta del gobernador, los que sí se reunieron por más de una hora en privado fueron el secretario de Gobernación y el legislador Monreal Ávila, quienes no habían tenido comunicación desde el plantón de López Hernández a la bancada de Morena en el Senado durante su plenaria del 30 de agosto.
En redes sociales, el legislador por Zacatecas calificó este diálogo como “franco y respetuoso”, mientras que el secretario López Hernández se negó a responder las preguntas de la prensa: “Luego hablamos”, se limitó a contestar.
Por la tarde, Sheinbaum Pardo, Ebrard Casaubon y López Hernández llegaron por separado a Palacio Nacional para reunirse con el presidente López Obrador y su gabinete, pero Monreal Ávila no fue convocado. Fue un día agitado para las corcholatas.
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