Ante su incapacidad operativa para competir en el tráfico de opioides sintéticos como el fentanilo, la droga de mayor demanda en Estados Unidos, grupos del crimen organizado trasladaron sus actividades a la extorsión, delito que registra niveles récord de incidencia durante el último año.
Informes del gabinete de seguridad a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL detallan que bandas locales dejaron atrás el trasiego de cocaína, marihuana y otras drogas para dedicarse de lleno al cobro de piso en diferentes modalidades a productores del campo, ganaderos, comerciantes, empresarios, transportistas, presidentes municipales y hasta a beneficiarios de programas sociales en el país.
Además de que tienen el monopolio de la venta y distribución de diversas mercancías en las poblaciones en las que tienen el control territorial de las actividades ilícitas.
En el gobierno federal estiman que las ganancias anuales de la delincuencia por la extorsión se elevaron de 12 mil millones de pesos en 2018 a 36 mil millones de pesos en el último año, por lo que se alista la operación de la Comisión Nacional Antiextorsiones y acciones para disuadir a los grupos delincuenciales que tienen asolados a los sectores económicos.
Durante la pandemia por Covid-19, las autoridades federales identificaron el cambio en los patrones criminales de centenares de bandas que no tienen capacidad operativa como los grandes cárteles, lo que atribuyen a que el país vive una crisis de extorsión que de no atenderse podría estallar el próximo año.
Incluso, consideran que la mayoría de los homicidios dolosos registrados en el país están vinculados con el cobro de derecho de piso en bares y comercios de distinto tipo y que uno de los factores del alza en los precios de los productos de la canasta básica se debe a que los costos de la extorsión se están incluyendo durante la venta y la distribución de los alimentos básicos.
Asimismo, las autoridades federales ven que una de las causas por las que se incrementó el envío de remesas de los mexicanos radicados en Estados Unidos, es porque parte de ese dinero está siendo utilizado para el pago de extorsiones y secuestro de sus familiares en México, algunos fueron extorsionados en su intento por ingresar al vecino país del norte.
Las autoridades consultadas detectaron que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) vende su marca a células delictivas muy locales para que operen bajo su nombre la extorsión, el secuestro y la venta de droga, como una estrategia de expansión y control territorial.
Expusieron el caso del sur de Veracruz, donde el CJNG, encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho”, convirtió en sus aliados a grupos de esa región que antes trabajaban para Los Zetas y el Cártel del Golfo, y que ahora operan el cobro de piso, secuestro, narcomenudeo en la zona.
En Michoacán, las células criminales que operan en la Tierra Caliente, como Los Viagras y escisiones de Los Templarios, imponen el precio de productos como el limón, pollo y el aguacate, además de que están atentos a los depósitos de los apoyos del gobierno federal a la población vulnerable para cobrarle una cuota de lo que reciben mensualmente o de manera bimestral.
El subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, reportó la detención de dos extorsionadores de líneas de transporte que solicitaban pagos a cambio de dejarlos trabajar.
“Estas personas, mediante mensajes a personal de las líneas de autotransporte solicitaban cuotas altas para poder realizar las actividades, incluso hubo una detonación a un autobús entre el 26 y 28 de septiembre, esto fue en la carretera Chilpancingo-Acapulco, donde no hubo consecuencias fatales”, reveló.
En junio de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que el delito que más ha crecido es la extorsión y reveló que las bandas criminales están cometiendo asesinatos para cobrar derecho de piso en mercados y diversos comercios, así como contra productores.
Por su parte, el director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas Rodríguez, aseguró que “la extorsión está desatada en 500 municipios del país, en los que la delincuencia tiene el control de la producción, la distribución y la venta de productos básicos a la población, lo que está impactando en la inflación”.
Según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, abril de este año alcanzó el máximo histórico de mil 141 víctimas de extorsión, seguido de junio, mil 139; mayo, mil 116; marzo, 945; agosto, 939; septiembre, 838; febrero, 730; enero, 742, y julio, con 857.
A inicios de 2021, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) lanzó Denuncia Anónima 089, una aplicación para teléfonos móviles para prevenir posibles actos de extorsión y fraude en el país.
La app alerta a los ciudadanos sobre números denunciados y sospechosos, al recibir una llamada a su celular que será verificada en una base de números reportados al 089 o los recibidos en la misma aplicación.
Si el número se encuentra en la Base Nacional de Presuntos Números de Extorsión, la aplicación emitirá una alerta para prevenir que el ciudadano no tome la llamada.
Información de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) señala que las principales denuncias por delitos electrónicos el año pasado fueron por fraude en el comercio electrónico, difamación, acoso, extorsión y amenazas.
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