Cinco años después del inicio de la pandemia de Covid-19, todavía persisten varias interrogantes sobre las secuelas que dejó la enfermedad en las personas que resultaron contagiadas. El Covid persistente o “long covid” es una condición que describe los efectos secundarios a corto y largo plazo relacionados con la infección del virus SARS-Cov-2. Al día de hoy, se desconoce con exactitud cuántas personas los padecen.
José Maximiliano Ramírez, médico radiólogo de la Ciudad de México, se contagió en agosto de 2020 mientras trabajaba en el Hospital General de Zona número 2. Lo internaron 18 días tras ser diagnosticado grave y pasó un mes de aislamiento en su casa hasta recuperarse. “Llegó un momento en que sí pensé, yo me voy a morir”, aseguró en una entrevista para EL UNIVERSAL.
Pero los problemas no acabaron ahí. Falta de memoria, temblores, deterioro en la salud mental, dolores musculares y afectaciones en el ciclo del sueño son los principales síntomas que el médico detectó tiempo después de contagiarse.
Desde entonces, José se realizó varios exámenes. “Me han hecho estudios de espirometría, pero principalmente el SPECT cerebral, que es medicina nuclear. Me han hecho tres, el último fue en julio del año pasado”, contó. El médico destacó que en sus resultados se puede observar la gravedad de su condición tras el Covid-19. “Hay una baja perfusión hacia el cerebro que disminuye mucho el oxígeno”, explica.
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La condición de José lo ha llevado a someterse a sesiones de oxigenoterapia para poder mantener una respiración normal y realizar sus actividades cotidianas. “Soy oxígeno dependiente, me sugirieron 2 litros por minuto por las noches y es lo que todavía utilizo. Actualmente, manejo cifras de oxígeno de entre 89 y 91%”, señaló.
Zayuri OrtIz Monteón, diseñadora gráfica, es otra de las personas que padece Covid persistente. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), esta condición afecta más a mujeres a hombres. Falta de aire, dolor muscular y fallas en la memoria, son los principales síntomas que le aquejan.
“Cuando me hicieron un estudio para verme los pulmones, arrojó que ambos quedaron como si yo hubiera fumado. Yo no soy fumadora, tengo 42 años y nunca lo he hecho”, expresó en entrevista para EL UNIVERSAL.
Actualmente, consume un medicamento para asmáticos con la finalidad de calmar la falta de aire que la invade cuando habla rápido o se siente enojada. “Yo padezco de hemorragias, y en esta época de calor combinado con las secuelas del Covid, me da peor. ¡Es horrible!”, manifestó.
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El Covid-19 también afectó la salud mental
Los efectos psicológicos derivados del Covid persistente son bastante comunes entre los afectados. José reveló que esta situación agravó sus problemas de depresión y ansiedad. “Trato de distraerme, para que mi mente esté ocupada. Porque de otra manera esta situación me hace pensar que tan afectado quedé y cuántas personas están igual que yo”, expresó.
Por otro lado, Zayuri recurre a entrenamientos al aire libre para sobrellevar la ansiedad que le provocan sus secuelas.
La información emitida por el Gobierno de México y el sector salud sobre las secuelas del Covid es casi nula. Son pocos los centros de salud y hospitales que cuentan con el contenido de difusión acerca del Covid prolongado.
“Se debe hacer más para que mucha gente entienda la problemática”, aseveró José. El médico considera que es primordial que las autoridades le den relevancia a este tema, por lo que sugiere crear centros de asistencia donde se atienda a pacientes post-covid. “Se necesita más que nada ese apoyo psicológico. Explicarnos cuál es el proceso y pues que vamos a vivir de aquí en adelante con esto. Es algo que va a quedar por mucho tiempo”, expresó.
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En su caso, Zayuri Ortiz mencionó que, gracias a familiares que pertenecen al sector salud, pudo reconocer las consecuencias que dejó en ella el Covid-19 y tratarlas de forma correcta, por lo que también considera necesario que el gobierno difunda más datos sobre el tema para prevenirse.
Si bien, el número de contagios ha disminuido drásticamente, el Covid-19 sigue presente en México con la aparición de nuevas cepas. “Mi hermana luego viene y nos comenta ‘ya hay COVID-19 otra vez’, entonces retomamos la medida de ponernos el cubrebocas para evitar cualquier contagio”, relató Zayuri.
La falta de empatía es una situación que Zayuri y José destacan durante su proceso de adaptación tras el término de la emergencia sanitaria en México. “Nos ayudaría mucho a todos tener más conciencia (…) Al inicio todos pensamos que el Covid era exclusivamente pulmonar, pero realmente es desde la punta del cabello hasta la punta del dedo gordo”, agregó el radiólogo.
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