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La encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) de la Secretaría de Gobernación , Constanza Tort San Román , señaló que este sector de la población ha perdido a madres, padres o personas tutoras a causa de la pandemia por COVID-19 , por lo que es necesaria la coordinación entre autoridades de los tres órdenes de gobierno para enfrentarlos.
Esta situación –dijo– provoca riesgos como violencia, vulnerabilidad económica, deserción escolar, problemas emocionales, psicológicos y de ansiedad, “cuando hablamos de niñas y niños en primera infancia, quienes no solamente pierden a su madre o padre, pierden la oportunidad de convivencia y socialización con su núcleo primario, la fuente de su alimentación saludable vía lactancia materna, y la posibilidad de establecer vínculos afectivos con sus progenitores”.
Ante las y los secretarios ejecutivos de los 32 Sipinna estatales, durante la sesión permanente de la Comisión de Secretarías Ejecutivas de Protección Integral de los Sistemas Nacional y de las Entidades Federativas, Constanza Tort San Román apuntó que la pérdida de uno de los padres “es uno de los acontecimientos más complejos que puede enfrentar una niña, un niño o un o una adolescente”.
Si bien –continuó– nadie podría prever el alcance de esta pandemia, nos corresponde como autoridades generar las condiciones para que este grupo poblacional cuente con la protección del Estado, y su pérdida no traiga consecuencias negativas en sus vidas.
Con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) aportados por su director general de Estadísticas Sociodemográficas, Edgar Vielma Orozco, se planteó que en México han perdido la vida por COVID-19 , más de 250 mil personas.
De ellas, alrededor de 42% eran jefas o jefes de familia. En el Censo de Población y Vivienda 2020 se identificaron casi 38.3 millones de personas entre 0 y 17 años; 67.6% viven con ambos padres, 20% sólo con la madre y 2.1% únicamente con el padre; en tanto que 3.8% no habitan con sus padres.
Abundó que, respecto a la sobrevivencia de padre y madre en el 91.1% de los casos ambos padres viven, en 2% sólo vive la madre, 0.5% solamente el padre y 0.1% fallecieron ambos (hay aproximadamente 4% donde se desconoce el paradero de los padres).
Se desprende que 2.6% de la población de 0 a 17 años, aproximadamente 996 mil niñas, niños y adolescentes están en alguna situación de orfandad.
En 2020, de acuerdo con otros registros administrativos de Inegi como defunciones y nacimientos, la aproximación para identificar a niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad de madre, se estima que hay 6 mil 211 madres fallecidas (por tumores malignos, COVID-19 , agresiones u homicidios) que han dejado alrededor de 9 mil personas entre 0 y 17 años huérfanas.
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