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Colectivos feministas y familiares de víctimas convirtieron las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en una casa de refugio para mujeres vulneradas por un delito.
Ayer por la tarde, las manifestantes que desde el jueves mantienen tomadas las oficinas de la CNDH, ubicadas en la calle República de Cuba número 60 en el Centro Histórico, retiraron el nombre del organismo nacional y colocaron una manta donde se informa que ahora ese inmueble será la “Casa de Refugio Ni Una Menos México”.
Según ellas, en los últimos cinco días alrededor de 100 víctimas han llegado en busca de asesoría jurídica y atención sicológica, toda esa gente estaría siendo atendida por profesionistas pertenecientes al movimiento feminista.
La activista también agregó que las oficinas de la CNDH serán utilizadas como asilo para familias que vengan de provincia, no tengan recursos económicos y hayan sufrido delitos como feminicidio, secuestro, desaparición y abuso sexual, entre otros.
“Nosotros queremos que ellas vengan con la tranquilidad de que no van a pagar hospedaje y las vamos a acompañar [con las autoridades] para que sean atendidas sus demandas y sus necesidades”, aseveró Zamudio.
Durante este fin de semana los colectivos anunciaron en sus redes sociales la disposición de este nuevo albergue y la respuesta no se hizo esperar, pues ayer, desde muy temprano, comenzaron a llegar las primeras mujeres afectadas en busca de ayuda.
Karla García, víctima de violencia familiar desde 2018, relató que incluso en una ocasión su expareja la quiso atropellar y, por ahora, la fiscalía capitalina no ha detenido a su agresor. La mujer lamentó que las autoridades le han dado largas en su caso y vive con el miedo de que pueda volver a ser golpeada o asesinada.
“La desesperación de no tener resultados es lo que me hace venir aquí y unirme a ellas, entre nosotras nos entendemos, sabemos las necesidades que tenemos y nos debemos apoyar. Si el gobierno no está haciendo nada, vamos a mostrar que podemos defendernos”, dijo García.
También llegó Neztli Granados, quien acusó que hace 45 días su hija fue sustraída supuestamente por su antigua pareja, la misma persona que la agredió físicamente por años. Ante la falta de respuesta en su caso, se trasladó al Centro Histórico.
“No hay de otra, la CNDH nunca se ha pronunciado por nuestros derechos, los de las víctimas de feminicidios y los de los niños, y no tenemos de otra más que hacer nosotras el frente y la justicia como se pueda”, comentó Granados.
En medio de este contexto, Gobernación se pronunció para establecer un diálogo con las manifestantes.