Desde las 7 de la mañana, la tecnología falló. Las clases a distancia no lograron darse como se planearon. Los padres de familia se dieron cuenta de que la plataforma Zoom para conectarse a clases falló, mientras otros vieron que sintonizar un canal de televisión abierta en sus pantallas no era tan fácil.

Los nervios del primer día de clases se convirtieron en estrés para alumnos y padres de familia que esperaban ver el regreso a clases de sus hijos. La preocupación fue compartida también por los maestros, quienes no lograron dar clase a tiempo por los problemas técnicos de Zoom, reportados a escala global.

María González, mamá de Leopoldo, quien cursa el sexto año de primaria en escuela privada, contó que pasó de los nervios al estrés, porque su hijo le decía que no podía ingresar a la plataforma. Cuando ella lo intentó, tampoco lo logró, y 15 minutos después recibió un mensaje de la maestra pidiendo paciencia porque había problemas con Zoom.

Pasó una hora sin resolverse el problema, así que mientras trabajaba siguió intentando entrar y fue hasta la segunda hora cuando pudo conectarse a la plataforma que contrató la escuela para dar clases y evitar, como en el ciclo escolar pasado, que las sesiones se interrumpieran cada 40 minutos.

Para Carmen Rodríguez, el día fue muy pesado, pues su hijo menor no pudo entrar hasta dos horas después para tomar sus clases, también por Zoom, mientras que a su otro hijo, que utilizó Google Meet, le tomó 45 minutos conectarse, lo que le modificó sus planes de trabajo.

En este primer día de clases que lleva la marca de nueva normalidad en confinamiento por el Covid-19, se entrelazaron historias como la de Mitzi Victoria Gómez, mamá de Derek Nicolás, de seis años: inscribió a su hijo en una escuela particular para que tomara clases a distancia, lo que le significó un sacrificio porque ella y su pareja trabajan y tuvieron que dejar al niño con los abuelos, para que estén al pendiente de sus estudios.

Pero además de que Zoom falló, el abuelo no supo ingresar a la plataforma, así que el primer día de clases “fue un día perdido para mi hijo”, relató.

Está el caso de Ana Laura Ramírez, acompañando a sus hijos, quienes trataron de iniciar las clases a distancia sin lograrlo en su totalidad. Ella no encontró los canales que transmitieron las clases, porque tiene un servicio de televisión de paga y no logró sintonizar las señales, así que tendrán que comprar una antena para poder conectarse a los canales abiertos.

Dijo estar “muy molesta” porque a ella y a su hija Aitana, que cursa sexto de primaria, se les complicó sintonizar los canales para tomar clases. “Fue un día perdido”, coincidió, porque la única opción era esperar la retransmisión, en horario de las 11:30 a la medianoche.

Ana dijo que el día se le complicó, pues tiene que trabajar, realizar labores domésticas y estar al pendiente de Aitana y su hijo de 17 años.

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