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La movilización en favor de elementos del Ejército presos, desaparecidos y asesinados que fue convocada en más de 40 localidades del país no tuvo la respuesta esperada, pues en algunas ciudades los asistentes no superaron las 10 personas.
En la Ciudad de México, alrededor de 30 personas se concentraron en avenida Industria Militar, a un costado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde colocaron pancartas sobre el césped con leyendas y nombres de elementos desaparecidos o asesinados.
Alrededor de las 11:00 horas, Jaqueline Zárate, quien se identificó como representante legal del organismo Todos somos uno, Ejército Mexicano somos todos, dijo que realizaron la manifestación para pedir la liberación de cuatro elementos castrenses por el caso Nuevo Laredo y en favor de las Fuerzas Armadas.
Lo anterior, luego de que el pasado 27 de febrero, en la colonia Manuel Cavazos Lerma, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuatro soldados dispararon a una camioneta donde iban a bordo siete jóvenes, dejando como saldo cinco muertos, un ileso y un herido.
El 3 de marzo, los uniformados fueron ingresados a la prisión del Campo Militar 1-A acusados de desobediencia por la Fiscalía de Justicia Militar; los dos cabos y dos soldados arribaron vía aérea a las instalaciones, procedentes de Tamaulipas.
En tanto, Zárate destacó que los elementos permanecen en prisión preventiva, pero de manera ilegal por su detención y proceso, pues no hubo presunción de inocencia como les corresponde a todos los ciudadanos.
“Queremos mejores beneficios para los elementos activos, retirados, fallecidos, procesados, desaparecidos y familiares de las Fuerzas Armadas. Queremos justicia y dar con el paradero de los agresores de militares, marinos, fuerzas aéreas y guardias nacionales que han fallecido en cumplimiento del deber”, remarcó.
A las 11:30 horas, los familiares y amigos que apoyan la causa levantaron las pancartas y cartulinas para caminar unos metros y apostarse a las afueras de la dependencia.
Durante el trayecto, en el que estuvieron acompañados por personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, gritaron consignas: “¡Soldado prisionero, el pueblo es tu voz!”; “¡Tu causa es mi causa, tu dolor es mi dolor!”, y “¡Derechos humanos, no ates a tus hermanos!”.
Al dar lectura al comunicado, Zárate indicó que los primeros objetivos son justicia y proceso real para los cuatro uniformados del caso Nuevo Laredo.
“Y por todos los elementos que estén en una situación similar, de los cuales muchos no han recibido una sentencia desde hace más de 10 años y, por consiguiente, buscamos su libertad por ser vinculados a proceso de manera ilegal, por las pruebas montadas en su contra, por las violaciones a sus derechos, garantías individuales y derechos humanos”, puntualizó.
El presidente del Comité de Derechos Humanos en Nuevo Laredo, Raymundo Ramos, quien representa a los familiares de las víctimas, dijo a EL UNIVERSAL que los parientes de los detenidos deben entender que hay personas que también están sufriendo, porque son cinco muertos y dos sobrevivientes con heridas que ponen en peligro su vida.
“Otro punto es que reclamen primero a la justicia militar, inicialmente fueron detenidos por la justicia militar y después por la justicia civil; entonces, si hay un acto de reclamación en sus manifestaciones, que se dirijan a su general secretario”, expuso.
En Nuevo León tres personas se congregaron frente a las instalaciones de la Séptima Zona Militar, en el municipio de Apodaca, para exigir un cambio en la normatividad o protocolos de acción para elementos del Ejército que realizan actividades de combate a la delincuencia.
En Morelos, sólo respondieron a la movilización dos personas en la ciudad de Cuernavaca, por lo que los organizadores lamentaron la falta de apoyo al movimiento Todos Somos Uno, El Ejército Somos Todos, y aseguraron que hay militares que esperan sentencia desde hace 10 años, sin que a la fecha las autoridades muestren interés por los casos.
Cabe señalar que esta es la segunda ocasión que realizan una movilización. El pasado domingo 12 de marzo llevaron a cabo la primera.
