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Huixtla, Chis.— Sandra tiene los pies hinchados y con ampollas, pero no se da por vencida después de haber recorrido más de 80 kilómetros de la frontera con Guatemala hasta el municipio de Huixtla, donde trata de recuperarse para reiniciar hoy la caminata hacia Mapastepec.
Los médicos le recomendaron a Sandra Yamileth Fonseca, de 34 años, mantener los pies en alto para que alivie la inflamación.
La mujer, originaria de Siguatepec, Comayaga, dijo que no pierde su fe en el Señor, porque él es “el único que nos ayuda, y detalla que viaja desde el pasado 13 de octubre, al lado de su hijo Óscar Daniel, de 15 años.
Decenas de familias pernoctan en el parque central, en la Unidad Deportiva y en la iglesia de San Francisco de Asís, donde Sandra Yamileth y Óscar Daniel han descansado. Desde que salieron de San Pedro Sula, el 13 de octubre pasado, la mujer y su hijo no se han separado.
En el patio y la casa parroquial, los hondureños han tirado cartones y cobijas para descansar y reponer fuerzas para seguir con la caminata por la carretera federal número 200, hacia la frontera con Oaxaca.
Muchos inmigrantes llevan playeras del PVEM, Podemos Mover a Chiapas y Morena, que les donaron en el trayecto de 80 kilómetros entre Ciudad Hidalgo y Huixtla.
En los alrededores, varios jóvenes descansan en las banquetas. Aún no se ha definido que ruta tomarán los hondureños al momento que alcancen Juchitán, Oaxaca, si prosiguen por la vía 200 o para Veracruz.
Juan Fredo González, de 34 años, de San Pedro, Cofradía, ha puesto su confianza en Dios y dice que sólo con “él se cumplirá el sueño americano”, porque pese a haber caminado más de 700 kilómetros, está listo para reanudar la caravana hoy por la madrugada: “Estamos listos y con el aceite cambiado”, asegura el joven que trabajaba como albañil.
Édgar Madariaga trató el martes de no caminar por los alrededores de Huixtla y prefirió buscar una sombra para descansar. Cuenta que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha declarado que “la caravana ya se terminó” y que cientos de familias han rechazado continuar. “Eso es falso”, asegura.
“Llevamos nueve días caminando, pero todavía no sentimos cansancio. Es mentira lo que dice el presidente a los habitantes. La caravana sigue adelantes, siempre con el mismo objetivo: llegar a la frontera norte”, dice.
Las familias con bebés reciben pañales y medicinas de la diócesis, así como de la Secretaría de Salud.
Davis Contreras, de La Choluteca, afirma sentirse bien, porque “al lado de Dios somos vencedores. Gracias a Dios estoy súper bien”. El joven en su comunidad trabaja como ayudante de albañil, pero ha sido difícil encontrar trabajo, explica y por eso decidió salir hacia la frontera norte, cuando supo que se organizaba la caravana.
Por la tarde, una llovizna obligó a los hondureños a levantarse del parque central de Huixtla y buscar refugio en edificios techados.