Campesinos, principalmente cañeros, y transportistas realizaron una jornada de protestas y bloqueos en diferentes puntos del país para exigir al gobierno federal medidas urgentes ante la inseguridad en el campo y carreteras, la crisis económica del sector y su abandono por las autoridades.
Las manifestaciones, que se extendieron por Ciudad de México, Veracruz, Tabasco, Oaxaca, San Luis Potosí, Morelos, Nayarit, Sinaloa, Chiapas y Puebla, unieron a productores agrícolas y operadores del transporte de carga bajo la amenaza de convocar a un paro nacional y toma de carreteras el próximo 24 de noviembre en caso de no conseguir “justicia económica y seguridad para quienes sostienen las cadenas de abasto del país”.
Por la mañana, en la conferencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, contingentes del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM), de la Asociación Nacional Transportista (ANT) y de la Unidad Cañera Democrática (UCD) iniciaron las movilizaciones frente a Palacio Nacional y con bloqueos en carreteras, donde liberaron el paso en casetas. En la capital del país, grupos de campesinos, con machetes y tallos de maíz, extendieron sobre la plancha del Zócalo una manta con el reclamo de “que se paren las importaciones de maíz y se atienda al campo mexicano”.
Exigieron al gobierno federal mayor seguridad en carreteras y el fin de la corrupción dentro de las corporaciones policiales, a las que acusan de extorsionar a los conductores con infracciones arbitrarias y detenciones injustificadas.
“Antes se robaban cinco o siete tráileres diarios, hoy nos están robando entre 55 y 60 vehículos al día. Los datos que presenta el oficialismo sobre combate a la inseguridad son falsos”, denunció David Estévez, presidente de la ANT, al señalar que el robo de mercancías se ha vuelto cotidiano y que incluso algunas bandas operan con presunta complicidad de autoridades.
Alejandro Rodríguez, líder del FNRCM y productor de Chihuahua, lamentó que la crisis del campo se haya profundizado por el abandono institucional, los bajos precios de las cosechas y la falta de apoyo a pequeños productores.
“Estamos sobreviviendo con lo que podemos. Lo que cosechamos y lo poquito que nos pagan se lo entregamos al ama de casa, nuestras esposas, nuestras compañeras, quienes tienen que estirar el gasto hasta la siguiente cosecha. Ellas son las que viven la peor parte de la crisis”, expresó.
En el sur de la ciudad, cañeros marcharon hacia las sedes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y de la Secretaría de Economía, donde advirtieron que podrían realizar una “toma pacífica” de ambos edificios si no se atendían sus exigencias.
Con cañas sobre los hombros, los productores exigieron frenar por completo las importaciones de maíz y azúcar, y duplicar los aranceles al producto extranjero al argumentar que la libre entrada de endulzantes industriales desplomó los precios nacionales, dejó en quiebra a varios ingenios y puso en riesgo el ingreso de más de 180 mil familias rurales.
Al corear: “¡El cañero no pide caridad, pide justicia!”, frente a la Sader, los cañeros pidieron duplicar el arancel a su producto puesto que al elevarlo de 360 a 720 dólares por tonelada subirá el precio del azúcar importado hasta los 20 mil pesos en el mercado nacional, lo que, afirmaron, daría respiro a los productores nacionales.
Pidieron revisar los capítulos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que regulan el intercambio de caña y jarabe de maíz de alta fructosa, bajo el argumento de que el acuerdo favorece a las importaciones y perjudica a la agroindustria nacional.
Plantearon como medida de solución inmediata la creación de un programa emergente de apoyo de 300 pesos por tonelada de caña, destinado a compensar las pérdidas de la zafra 2024-2025. De no concretarse, advirtieron, las movilizaciones continuarán en todo el país.
En otras regiones cañeras de Veracruz, Oaxaca y Tabasco se registraron cierres intermitentes y paso libre en casetas. Ahí, los manifestantes insistieron en que no buscan confrontar al gobierno, sino visibilizar una crisis que, aseguran, ha sido ignorada por las autoridades.
Una comisión de representantes de la UCD sostuvo una reunión con funcionarios de la Sader. Sin embargo, la movilización continuó y se intensificó con el cierre de la avenida Municipio Libre, aledaña al recinto, pues los cañeros exigían ser recibidos por el titular de la dependencia, Julio Berdegué Sacristán.
Los dirigentes de ambas protestas coincidieron en que campesinos y transportistas buscan articular un frente nacional que obligue al gobierno a abrir mesas de diálogo con los sectores productivos.
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