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juan.arvizu@eluniversal.com.mx
El secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), el senador Pedro Haces Barba (Morena), afirma que pretende llevar el sindicalismo a la modernidad para que los integrantes de ese sector puedan expresarse libremente, sin corporativismo, y revertir la descomposición sindical que, asegura, se vive en el país.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Haces Barba, quien fue cercano al exdirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Leonardo Rodríguez Alcaine, organización de la que se separó hace siete años, subraya que ve con buenos ojos la creación de la Confederación Sindical Internacional Democrática (CSID), encabezada por su compañero de bancada Napoleón Gómez Urrutia, aunque aclara que si bien iría en alianza con el dirigente minero en asuntos específicos, de ninguna manera se integraría a ese nuevo organismo sindical.
“[Gómez Urrutia] hace sus cosas, yo hago las mías. En lo que sea por una buena causa iremos de la mano”.
Resalta que su organización creció silenciosamente. Antes del pasado 1 de julio la CATEM tenía 24 federaciones, actualmente, dice, suma otras ocho federaciones estatales, en elecciones con métodos democráticos.
El líder sindical es empresario. Al inscribirse en el Senado, en agosto pasado, se reportó propietario de la empresa Servicios Integrales de Seguridad, Limpieza y Mantenimiento.
¿Cómo surge su organización?
—La Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México [CATEM] se fundó hace siete años. Emigró de la CTM tras la muerte de Leonardo Rodríguez Alcaine, de quien llegué a ser muy cercano. Vi una descomposición sindical. Es preferible irte antes de que te echen.
¿Tiene un cuadro de la toma de posesión del Presidente?
—La vida me da la oportunidad de conocer al hoy Presidente e intercambiar puntos de vista sobre el cambio que se requería sindicalmente.
Le pido desde hace tres o cuatro años que me dé la oportunidad de participar, de volverme su seguidor, porque los trabajadores creen en él.
Va a ser un gran Presidente.
¿Y aquí está en un escaño?
—Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Monreal Ávila son ejemplos a seguir y no podemos fallarles, porque nos han dado la confianza. El Presidente me dio la confianza de venir al Senado y no le puedo fallar. Como dirigente obrero no le puedo fallar.
¿Cómo se integra su fuerza?
—Cientos de miles de trabajadores vienen atrás de mí.
Más de 700 sindicatos comprobados tiene la CATEM en todo el país, no podemos fallarle a la gente.
¿Qué ofrece?
—Llevar el sindicalismo antiguo a la modernidad, a la libertad, que se puedan expresar los trabajadores, pues hay libertad sindical.
Crecimos silenciosamente. Antes del 1 de julio la CATEM tenía 24 federaciones, hoy sumamos las otras ocho federaciones estatales.
¿En el Congreso cómo se expresa su fuerza?
—Contamos con 37 diputados y dos senadurías.
¿Cómo se ha abierto camino?
—Tenemos una organización que escucha y atiende a los trabajadores, que tengan un buen salario, todo lo que contempla el artículo 123 de la Constitución del país.
[A los trabajadores] se les da acceso a derechos y beneficios.
La CATEM es la única confederación que da una tarjeta que paga el funeral y ofrece servicios. Es la modernidad, y eso es importante.
Un trabajador puede ir con esa tarjeta a los hospitales más importantes de México, con los mejores médicos, y hacer un pago mínimo. Es una conquista sindical.
¿Tiene una oferta nueva?
—Los trabajadores tienen infinidad de beneficios y descuentos con la tarjeta Plan de Bienestar Familiar CATEM. Es el sindicalismo moderno.
No puedes pensar como hace 40 años. El Presidente dijo que primero los de abajo, y vamos a rescatarlos.
Hago el compromiso de trabajar por la clase obrera 20 horas diarias.
¿Agradece al Presidente el escaño?, ¿es soldado del mandatario?
—Totalmente.
¿Cuál es su límite?
—Como persona soy soldado del Presidente. La confederación es autónoma, mandan los trabajadores.
No pertenecemos a ningún partido. Aquí se acabó el corporativismo.
Si un trabajador tiene un pensamiento político diferente a otros, es totalmente libre.
¿La CATEM es la CTM de Andrés Manuel López Obrador?
—No. Somos muy diferentes. Es la confederación obrera de la modernidad en México. No tiene dueño, es de los trabajadores.
¿Usted le puede fallar al Jefe del Ejecutivo federal?
—Primero son los trabajadores, ellos me pusieron y ellos me quitan.
¿Cómo armonizar esa relación trabajadores-Presidente?
—Estoy a favor de la clase obrera, sin lastimar a la empresarial.
El sindicalismo moderno es un equilibrio para que no haya ventajas y la riqueza se reparta con equidad.
¿Cómo ve a los “otros poderosos” del sindicalismo?
—Han venido a menos.
Si la CTM hubiera sido bien manejada, no existiría la CATEM. Los que nos fuimos allí seguiríamos, pero hoy somos, gracias a ellos, a sus desatenciones, a sus leperadas.
Gracias a todo eso conformamos el sindicalismo moderno.
¿Cuál es la fuerza de la CATEM en congresos estatales?
—La confederación tiene presencia en congresos estatales en las entidades de Sonora, Chiapas y Baja California Sur.
¿Su organización está creciendo como la espuma?
—Así es, y para bien.
¿Con la central obrera de Gómez Urrutia pueden tener estrategias en común?
—Sin duda. Le doy la bienvenida a la nueva organización sindical de Napoleón Gómez Urrutia, porque hay que tener democracia sindical. Se debe acabar con el corporativismo.
¿Trabajarán juntos?
—Ya está la CATEM en la modernidad y viene otra que es internacional. En el momento que haya una causa buena, por el bien de México, de los trabajadores y los empresarios, trabajaremos para sacar los temas prioritarios de la clase obrera. Celebro que venga una nueva confederación. La veo con buenos ojos.
¿Habrá una cúpula sindical?
—No.
¿Juntos pueden ofrecer coadyuvancia al presidente Andrés Manuel López Obrador?
—Coadyuvancia con todos por el bien de México.