La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó el uso de la autoprueba para la detección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), con el propósito de garantizar diagnósticos oportunos y también facilitar acceso a servicios de atención integral.
De acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida), dicho insumo fomenta el autocuidado de la salud en las poblaciones, además representa una alternativa discreta y cómoda para quienes no tienen acceso a servicios de detección.
Esta opción de prueba diagnóstica se encuentra prevista en la Norma Oficial Mexicana NOM-010-SSA-2023 para la Prevención y el Control de la Infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana, la cual propone incrementar el acceso a pruebas de detección de VIH, haciendo énfasis en poblaciones clave, grupos en situación de desigualdad y vulnerabilidad, y tomando en consideración determinantes sociales, nivel de exposición y prevalencias.
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La Comisión reguladora planteó la autoprueba en dos modalidades: la persona toma una muestra de su propio fluido oral para someterlo a un análisis y obtener el resultado, a menudo en privado o en compañía de alguien de su confianza; en segundo lugar, la autoprueba directamente asistida, cuando una persona recibe una demostración por personal proveedor capacitado, e instrucciones para interpretar los resultados.
La Cofepris aseguró que “se impulsa el acceso a la población en general a realizarse pruebas diagnósticas y se garantiza el acceso a tratamiento de manera oportuna”.
De acuerdo con datos del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida), al cierre de 2022, aproximadamente 370 mil personas vivían con VIH en México, y solo tres de cada 10 aún no conoce su estado serológico.
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