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Una red de tráfico de mercurio a gran escala, controlada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue revelada en un informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés).
Según la investigación, el metal altamente tóxico es extraído de minas mexicanas y contrabandeado hacia países sudamericanos como Bolivia, Colombia y Perú, donde es utilizado en minería de oro artesanal, muchas veces ilegal.
Entre abril de 2019 y junio de 2025, se habrían traficado cerca de 200 toneladas de mercurio, facilitando la producción de más de 8 mil millones de dólares en oro ilegal, una violación directa del Convenio de Minamata, tratado internacional que México firmó en 2013 y ratificó en 2015, cuyo objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos adversos del mercurio.
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“No hay oro sin mercurio”
El mercurio permite separar partículas de oro de la arena y otros materiales en zonas mineras. Posteriormente, mediante combustión, el oro se separa del mercurio, que se libera al ambiente contaminando el aire, el agua y el suelo. “No hay oro sin mercurio”, declaró a la EIA uno de los mineros artesanales de Sudamérica entrevistados.

Contrabando de mercurio invisible: sacos de grava y botes de pintura
Para evadir controles aduaneros, el mercurio se oculta en sacos de grava mal etiquetados o se disfraza como material de construcción y piedras decorativas. También se transporta en botes de pintura, como el caso reportado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en abril de 2025, cuando se inmovilizó un cargamento de cinco toneladas de mercurio líquido en Manzanillo, Colima, con destino a Bolivia.
Los investigadores detallan que parte del mercurio se extrae en minas ubicadas en la Sierra Gorda, a partir de la piedra cinabrio —principal fuente de mercurio—, usando métodos rudimentarios que ya han contaminado el río Extoraz y afectado la salud de comunidades locales. Varias de estas minas estarían actualmente bajo control del CJNG.

¿Quién está detrás del tráfico de mercurio?
Según la EIA, cada mina emplea a más de 20 personas para extraer el mineral. El mercurio líquido obtenido se oculta en sacos de grava que luego se cargan en contenedores de hasta 20 toneladas, transportados por carretera durante la noche hacia los puertos de Manzanillo o Veracruz, donde se exporta con documentación falsa.
Detrás de esta operación está Juan José Zamorano Dávila, señalado como líder de la red de contrabando. El informe detalla que Zamorano supervisa desde la compra del mercurio, su ocultamiento, transporte, hasta su envío al extranjero. Él mismo declaró haber estado involucrado durante más de 10 años en este negocio, con rutas hacia Panamá, India, Bolivia, Colombia y Perú, y planes de expansión a Ecuador.

Zamorano presentó a su hermano “Joel” como socio de la operación y también fue vinculado con Alejandra Pulido Briseño, exsecretaria de Administración del Municipio de Querétaro, quien habría colaborado en el esquema de contrabando.


“Nadie ha detectado nuestro esquema”, afirmó Zamorano a los investigadores, quien aseguró que las inspecciones con rayos X no han detectado la carga oculta. La EIA corroboró esta afirmación mediante mensajes entre Zamorano y un agente aduanero interceptados en junio de 2023.

El destino del tráfico de mercurio: Perú y Colombia
Una vez en Sudamérica, los sacos con grava común se descartan y aquellos con mercurio líquido se trasladan por camión a instalaciones de procesamiento en Arequipa, en Perú y Medellín, en Colombia. Los contrabandistas afirmaron que cada contenedor de 20 pies puede contener entre 3.5 y 4 toneladas de mercurio líquido.
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