Más Información
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
Oposición tunde diseño de boletas de elección judicial; “la lista definitiva la harán Monreal y Adán Augusto”, dice Döring
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
El creciente apoyo a la percepción de autocracia es resultado del desencanto de los mexicanos con la actuación de poderes del Estado que dirigieron al país con el sistema de gobierno democrático, pero fracasaron al regir a México con viejos métodos, según politólogos.
Pese a que el respaldo por la autocracia pasó de 27% a 50%, entre 2017 y 2023, de acuerdo con la encuesta del Pew Research Center, esta tendencia se generó desde el mandato de Vicente Fox, pues hasta hoy la transición democrática del país no logra convencer, ni generar un discurso de legitimación propio y, en cambio, desarrolla desconfianza en el electorado.
“Estamos viviendo una tendencia mundial con respecto al descontento por la democracia como procedimiento, pues (…) ha demostrado no tener un desempeño aceptable para entender temas como la corrupción, la desigualdad o, incluso, la seguridad, como en el caso de México, y eso hace que la gente empiece a desconfiar del sistema democrático”, explicó el politólogo Fernando Dworak a EL UNIVERSAL.
El licenciado en Ciencia Política por el ITAM indicó que el hartazgo por la falta de resultados de gobernadores electos mediante este sistema es el que empujó a la ciudadanía a buscar soluciones con personajes extraordinarios, que se presentan como pueblo y prometen soluciones fáciles o inmediatas, más creíbles que las de un cuadro demócrata tradicional.
Por otra parte, a decir de Arturo Sarukhán, exembajador de México en Estados Unidos, “el aumento vertiginoso registrado en el sondeo es uno de los efectos colaterales lamentables de la recreación en el país de una Presidencia imperial y todopoderosa, que desde hace más de cinco años ataca, hostiga y amenaza todos los días desde el atril presidencial y que ha venido eviscerando al Estado mexicano, atacando a los contrapesos del poder y erosionando los pilares que deben sostener a toda democracia liberal”.
Maureen Meyer, vicepresidenta para programas de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), señaló que, además de “un creciente apoyo al autoritarismo en México”, la encuesta del Pew “indica que 82% de la población ve favorablemente al presidente López Obrador, quien ha buscado ser el presidente ‘del pueblo’ y acercarse a la gente, y quien controla en gran medida la narrativa política del país”.
En ese sentido, subraya que, “algunos de los mensajes clave de López Obrador, transmitidos a menudo con afirmaciones falsas o engañosas, son que el Poder Judicial es el principal responsable de la impunidad y que las autoridades judiciales no deberían frenar tanto las acciones del gobierno; que quienes critican al gobierno lo hacen por motivos no legítimos; que diversos órganos autónomos son inútiles y que las fuerzas armadas son una garantía de eficacia e incorruptibilidad”.
De este modo, continúa Meyer, “aunque no sea el único factor detrás de los hallazgos del Pew, no es sorprendente que durante éste haya crecido el porcentaje de la población que está a favor de un gobierno más militarizado o con menos contrapesos democráticos”.
Al respecto, Alberto Aziz Na-ssif, investigador nacional emérito del Sistema Nacional de Investigadores, advirtió que si bien hoy no existe una autocracia en México, se está transitando a una fase autoritaria que podría llegar al extremo si se continúa debilitando a las instituciones, desapareciéndolas o eliminando contrapesos.
“No hemos llegado a la fase de autocracia, entendida como un gobierno totalmente autoritario, pero creo que puede haber y hay regresiones importantes con la debilitación o desaparición de órganos autónomos, lo que nos pone en riesgo, para el próximo sexenio habrá que debatir sobre este autoritarismo que puede conducirnos a una extrema izquierda o extrema derecha”.