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politica@eluniversal.com.mx
El inquilino del número 216 de Chihuahua, en la colonia Roma, hizo maletas y se mudó. Ayer fue el último día en que se recibieron peticiones en la casa de transición de Andrés Manuel López Obrador.
El inmueble afrancesado de la Roma, que cerró sus puertas ayer, recibió alrededor de 27 mil 500 peticiones durante los cinco meses de transición y a partir del lunes la encargada de atención ciudadana de López Obrador, Leticia Ramírez, despachará en Palacio Nacional.
Entre los vecinos hay sentimientos encontrados. El dueño del restaurante Krika’s de la esquina, Humberto Suárez, quien surtía a López Obrador sus huevos motuleños para desayunar o frijoles de la olla para comer, preferiría que el tabasqueño siguiera en esta zona, pues sus ventas se elevaron por la gente que llega a visitar la casa de transición.
Otras personas que trabajan y viven en la misma calle se dijeron complacidas porque ya no padecerán las marchas y el tumulto de gente que llegaba al lugar.
José Álvarez dijo que lo más molesto fueron las manifestaciones que cerraban la calle. Él trabaja como repartidor en una empresa de sastrería.
Lo mismo opinó Lorena Jiménez, quien labora en una empresa de diseño, pues afirmó que “la vida será más tranquila”.
Ayer concluyó la mudanza en la casa de transición que durante cinco meses sirvió de despacho para el presidente electo. Algunos trabajadores cargaron muebles, miles de peticiones, cuadros y algunos regalos que le llevaron simpatizantes al hoy Presidente desde que ganó las elecciones federales el 1 de julio.
Según los encargados de la casa de transición, algunas de las cosas serán enviadas a Palacio Nacional, otras más se dirigirán a la casa donde actualmente vive López Obrador, en la colonia Toriello Guerra de la alcaldía Tlalpan.
En ese periodo, a la espera de asumir la Presidencia de la República, la casa modesta fue testigo de reuniones de alto nivel. López Obrador recibió en ese lugar a jefes de Estado y representantes de otras naciones, embajadores, secretarios, figuras del deporte y hasta emisarios del Vaticano que desfilaron por el sitio para comenzar las relaciones con el que hoy es el nuevo gobierno federal.
A lo largo de cinco meses también llegaron simpatizantes de todo el país a pedirle al entonces presidente electo cualquier tipo de cosas, como resolver pleitos legales o apoyo para comprar ganado.
Algunos de los vecinos vieron su vida cambiar en este periodo de transición de gobierno, ya que a toda hora era un vaivén de protestas, gente gritando y personas ensuciando la calle.