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Ciudadanos pertenecientes a comunidades nahuas y totonacas de la sierra de Puebla, llegaron a la Cámara de Diputados para celebrar la reforma en materia de pueblos indígenas y afromexicanos que se discute en la Congreso de la Unión.
Arropados por la diputada morenista, Claudia Rivera Vivanco, afirmaron que la reforma reivindica a las comunidades, y aseguraron que, con ella, la 4T está saldando una “deuda histórica” que el Estado mantenía con los pueblos indígenas.
“Muy contentas porque vamos a ejercer plenamente nuestros derechos, esta reforma reconoce los derechos de las mujeres indígenas para participar en el desarrollo integral de nuestras comunidades y también para poder dirigir cargos públicos, no solamente electorales sino también comunitarios, porque muchas veces la carrera política de las mujeres indígenas empieza en los ambientes comunitarios, en el comisariado ejidal, en el consejo de ancianos, incluso en los comités de padres de familias de las escuelas, es por eso que como mujeres originarias, mis compañeras y yo estamos muy contentas de que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya regresado esta dignidad a los pueblos originarios y a las mujeres”, declaró Viridiana Regino de la comunidad Nahua de Altepec, Puebla.
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Por su parte, Alfonso Hernández, Totonaco de la Sierra Norte de Puebla, se dijo orgulloso del trabajo legislativo que se está haciendo en el recinto legislativo de San Lázaro.
“Nos llena de orgullo, están haciendo un trabajo imprescindible para lograr esta reforma integral para nuestros pueblos originarios, históricamente hemos sido olvidados y marginados, creo que ha llegado un momento histórico para saldar esta deuda histórica”, celebró.
Claudia Rivera recordó que la reforma reconocer como sujetos de derecho público, “con autonomía y con carácter jurídico”, a las comunidades indígenas y afromexicanas.
Detalló además que el proyecto les permite también las tomas de decisiones sobre la utilización de recursos, las consultas ciudadanas, entre otras cosas, incluyendo los derechos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
Asimismo, puntualizó que con la reforma se quedan inscritos los lugares de culto y se reconocen los conocimientos ancestrales como la medicina tradicional, entre otras cosas.
“El estado de Puebla tiene siete comunidades ancestrales, con la reforma estamos saldando una deuda histórica que se ha prolongado durante más de 500 años de resistencia, la invasión española representó una imposición para olvidar nuestras raíces. Ahora lo que se está buscando es liberar y recuperar también esa memoria de México”, concluyó.
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bmc
