El drama cotidiano que viven los migrantes de muchos países, incluidos los mexicanos, en la frontera norte entre México y Estados Unidos es retratado por la artista plástica Dana Aerenlund.
La odisea de miles de personas queda plasmada en sus obras, con familias que brincan el muro fronterizo de Donald Trump, con padres jalando a sus hijos para cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos o los peligros que enfrentan cientos que duermen sobre el tren de carga conocido como La Bestia, rumbo al norte de México.
En entrevista en el marco de la exposición Canto a la Resiliencia, Dana Aerenlund expone que esta obra se presenta en un momento en el que la migración y la resiliencia, entendida como la capacidad de adaptación de un individuo frente a una situación adversa, se convierten en conceptos que se entrelazan como procesos antropológicos de las sociedades. Recordó que México ha sido históricamente un país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes, lo cual ha permitido construir una dinámica compleja forjando un tejido social resiliente y que ha sido capaz de adaptarse a las realidades cambiantes ante desafíos de dolor y muerte que esta movilidad trae consigo.
La artista mexicana toma entre sus manos aquellos desafíos de numerosas almas migrantes convirtiéndolas en un crisol donde sus respuestas plásticas dialogan transmitiendo no sólo su estética, sino dando con ello un profundo testimonio de su sentir.
En su trabajo, la migración no solo se presenta como un fenómeno geopolítico, sino como un proceso de transformación personal y colectiva que conecta a las sociedades contemporáneas.
Canto a la Resiliencia es el nombre de la nueva exposición pictórica que Dana Aerenlund presenta desde el pasado 20 de febrero en el Centro Asturiano de la Ciudad de México.
