Vecinos de la colonia Vallejo mostraron su molestia por la falta de acciones por parte de las autoridades para reubicar el campamento migrante de la calle Clave, en la alcaldía Gustavo A. Madero, que en un año ha generado condiciones deplorables de salud y servicios urbanos.
Martha Calderón, vecina de esta zona, mencionó que la migración ya no tiene libre tránsito, sino que se convirtió en un asentamiento irregular en donde las familias cada vez instalan más artefactos como tanques de gas, refrigeradores, entre otras cosas.
“Nosotros estamos pidiendo la reubicación de los migrantes que ya tienen más de un año instalados desde el Metrobús Clave a Constantinopla (…) no lo vimos mal [el arribo a esta zona] incluso llegaron con sus casas de campaña. Al paso de los meses comenzaron a hacer sus instalaciones más reforzadas. Ya no son casas de campaña son lonas, tablas. Algunos de ellos ya están colgados de la luz”, expresó.
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Este campamento, señalaron los vecinos, los ha perjudicado en temas de salud, servicios urbanos e incluso en la apropiación del espacio público.
En este contexto, los vecinos de la zona interpusieron un amparo como terceros afectados, para que sea un juez quien determine si el campamento debe ser reubicado. Aunque no precisaron la fecha, aseguraron que el documento fue aceptado a trámite en días pasados.
“No es calidad de vida”
La mañana de este sábado, acompañados de una comitiva de vecinos de la colonia Juárez —quienes también han denunciado afectaciones por la presencia de campamentos de migrantes—, habitantes de Vallejo recorrieron la zona para tratar que las familias aceptaran irse a un albergue.
“No es calidad de vida para ellos y menos para nosotros los vecinos”, comentó una de las afectadas de la calle Clave.
Otro de los señalamientos es que se apoderaron de los espacios públicos y que incluso entre día a día, aseguran que los migrantes les han dicho que tiene mayores derechos que ellos.
Martha Calderón también comentó que uno de los principales conflictos es con Cafemin, pues a pesar de tener su albergue lleno, continúa recibiendo personas, les toman datos y los exhortan a que se instalen en la zona de vías con el resto de las familias que llevan poco más de un año.
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Durante el recorrido indicaron que las fogatas que realizan para calentar agua y cocinar les ha generado problemas respiratorios, además de que el humo se queda como contaminante.
Las coladeras están obstruidas por la cantidad de basura y los niños caminan descalzos. En la zona de vías, las familias realizaron zanjas pequeñas para dejar fluir el agua que se acumula con diferentes desechos.
Además, la comida que no llegan a ingerir es arrojada en diferentes esquinas, lo que ha generado enjambres de moscas.
Los vecinos incluso señalaron que a los menores de edad los ponen a trabajar en las avenidas y muchos de ellos tienen enfermedades como viruela, varicela, entre otras.