El director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, delineó a los diputados federales electos de Morena la reforma energética que enviará en los próximos días el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión, la cual perfila modificar el entramado que beneficia a las empresas privadas y regresar a mantener siempre la soberanía energética.
“Si no tenemos una empresa eléctrica propia de la nación que garantice tarifas eléctricas y un abasto, estaríamos perdidos, por lo tanto, la parte más importante es recuperar a la CFE, regresar a un esquema donde la empresa rectora del sector sea pública”, describió Bartlett.
“La soberanía está perdida, quienes impulsan o limitan inversión son los intereses privados. El sistema está en contra de México, el esquema que hoy nos rige nos regresa a los años 30.
“Si el Estado tiene el control del sector eléctrico, se prioriza el beneficio colectivo, a diferencia del sector privado, el cual sólo busca ganancias.
“Por ejemplo, la situación del Metro. Al incendiarse el centro de control del sistema eléctrico, la CFE, con apoyo de técnicos calificados y sin ningún interés en ganancias, resolvió el problema en dos semanas”, indicó.
Otro ejemplo del beneficio para los privados, comentó, es el problema climático en Texas que dejó al estado más poderoso del sector energético sin gas, tardando más de un mes en resolver este asunto, “en cambio, la CFE resolvió el problema de abasto en México en cuatro días”.
“Estos ejemplos nos dan la razón, un privado no haría ningún trabajo sin un pago; la CFE, en cambio, gastó cerca de 70 millones de pesos para resolver el problema, priorizando el beneficio sobre intereses o ganancias.
En este contexto, el directivo externó que la energía cuesta, que se necesita combustible, además de mantenimiento y que la CFE tiene 90 mil trabajadores a escala nacional para su operación. “Por otro lado, la instrucción del Presidente es no subir el costo de las tarifas y se ha mantenido en términos reales. En México siempre se ha tratado de mantener tarifas bajas, el mecanismo para establecer las subsidiadas tiene varios factores”.
En este encuentro, el funcionario explicó que en la actualidad la CFE es reconocida por su capacidad técnica, así como la base obrera respaldada por un sindicato. Pese al éxito de esta empresa del Estado para integrar un sistema eléctrico nacional estable y de gran cobertura, “se mantiene la presión internacional y de un grupo de políticos nacionales para privatizar el sector.
“Se dice que quien domina el sector energético de un país, controla el país. Desafortunadamente, en la lucha por abrir el mercado eléctrico, la administración de Enrique Peña Nieto se doblegó ante la presión internacional.
“La reforma energética fue un proceso corrupto económica e ideológicamente, pues el sector no necesitaba inversión extranjera o privada. Con el llamado Pacto por México se creó una alianza sin precedentes, dado que partidos políticos como el PRD no tenían el respaldo del electorado para aliarse con el PRI y PAN”.
“La reforma energética de Enrique Peña Nieto estableció en un transitorio que se debe incorporar al sistema eléctrico nacional a todos los generadores independientes y aerogeneradores.
“Para su aprobación, se creó el Pacto por México, alianza que violó toda práctica parlamentaria, ya que al pactar con las tres principales fuerzas políticas se tuvo el control de la Cámara de Diputados y del Senado de la República”, agregó.
Describió que, en su opinión, con la inclusión de los generadores de autoconsumo y los independientes al mercado eléctrico nacional, se creó un monopolio privado que vende electricidad cara a la CFE, además de crear un mercado negro en el que los particulares obtienen grandes ganancias al no pagar costos de transmisión, lo que fue atractivo para los grandes consumidores.
“En los últimos años, la CFE se ha visto envuelta en situaciones difíciles porque el objetivo de la reforma energética de Enrique Peña Nieto era desmantelar a la empresa productiva del Estado.
“Dejaron en abandono total las instalaciones y un sin número de contratos con particulares nacionales y extranjeros, mermando su operación”, añadió.
En este encuentro también participó José Martín Mendoza Hernández, subgerente comercial de la CFE, donde aseguró que cuando se discutió la reforma energética llegó un embajador con la encomienda de garantizar la aprobación y, con ello, la apertura del mercado para las empresas privadas de su país.
“En ese entonces, se creía que jamás cambiaría el gobierno y el pensamiento; sin embargo, esa cúpula política sigue interesada en el sector.
“El gobierno actual ha sido atacado por todas las vías, principalmente a través de medios de comunicación que, al igual que los privados del sector energético, perdieron privilegios.
“Dicho lo anterior, es importante contar con el apoyo de los legisladores para contrarrestar la campaña de desprestigio, es una guerra de medios y de opiniones; ustedes, como legisladores, deben llevar el mensaje correcto a sus representados”, pidió Mendoza Hernández.
Otros ejemplo, explicó, fue el apagón masivo derivado de un incendio en Tamaulipas. El problema de energía eléctrica fue tan grande que afectó hasta a Guatemala. “En ese momento, la oposición hizo una campaña de desprestigio a través de los medios de comunicación. En respuesta y por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, se hizo un peritaje y, como resultado, se encontró que una empresa española hizo una conexión inestable. La causa raíz fue el privado que colocó máquinas que no correspondían, además de la complicidad de la supervisión de la CFE local por la aprobación de dicha conexión. El resultado del peritaje se hizo público y nunca se le dio la difusión en medios, el tema fue olvidado”.
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