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Fue un domingo diferente: entre cubrebocas, caretas de acrílico, guantes y gel antibacterial se dio una intensa negociación en el marco de la Comisión Permanente para ir a un extraordinario, hoy y mañana, en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, pero el bloque de la oposición se impuso.
Ayer, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión trabajó con el objetivo de ir a un periodo extraordinario para avalar cinco leyes del T-MEC previo a su entrada en vigor el próximo 1 de julio y seguir en la designación de cuatro consejeros del INE, pero sólo lograron concretar el llamado para que la Cámara Alta aborde el nuevo tratado.
La jornada inició temprano; se aprueban los primeros tres dictámenes, dos nuevas leyes y una reforma, pero los minutos pasan lentos en las Comisiones Unidas de Economía, Salud y Estudios Legislativos Segunda: el presidente, Gustavo Madero, avisa que no alcanza el quorum.
El panista propone iniciar sin la presencia de los senadores que faltan, todos de la Comisión de Salud, que encabeza el senador de Morena, Miguel Ángel Navarro, y es en ese instante en el que se les notifica que éstos llegarán en cinco minutos.
Las comisiones habían citado a las nueve la mañana, pero el reloj marca la una y cuarto, y todos se miran y se preguntan si habrá que posponer.
“Háblenle ya a sus compañeritos”, propone una senadora del PAN a unos incautos puntuales de Morena. Llegan los faltantes, liderados por Navarro, y éste toma la palabra acusando a la oposición de querer beneficiar “grandes farmacéuticas”.
La senadora Antares Vázquez (Morena) comienza con gritos y el exdirigente del PAN pide orden: “No quiero entrar en dimes y diretes, quiero mantener un canal de comunicación institucional”.
El panista decreta un receso, y tras cuatro horas de ir y venir, de reuniones en la Junta de Coordinación Política y de convencimiento, el secretario técnico acata la orden de incorporar las tres modificaciones que propone Morena al dictamen.
Dan las cinco de la tarde, varios trabajadores entran, salen, van a comer. Al entrar les toman la temperatura, les colocan gel antibacterial. Merodean la cafetería.
En menos de 30 minutos queda avalado el dictamen que abroga la Ley de la Propiedad Industrial. Morena cree que ha ganado, pero se sabe que todo fue un malentendido y sus exigencias no hacen gran cambio.
Al poco tiempo, el pleno de la Comisión Permanente vota a favor del periodo extraordinario para el Senado, pero los diputados advierten que no avalarán el que se cite para el martes en San Lázaro, porque no excluye otros temas que no sean las reformas necesarias del T-MEC.
Dan las nueve de la noche y el acuerdo, firmado sólo por Morena y el PT, no alcanza la mayoría. El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados sale vencido y acusa a la oposición de tener una estrategia “doble cara”, de “chantaje y pretextos”, pero todos observan atónitos cómo el Senado construyó un acuerdo para avanzar las leyes del T-MEC y en San Lázaro, por dos palabras, no se alcanzó nada.
Termina el día, una maratónica jornada que verá resultados.