que han perdido a sus bebés o que han encontrado en muñecas hiperrealistas de silicón y vinil un consuelo que se convierte en pasión hasta volverse coleccionistas. Con ayuda de expertos en sicología, este tratamiento ha logrado éxito en mujeres de distintos países, incluido México.

“Mujeres que no pueden tener hijos, mientras el problema sea sicológico y no orgánico, al cuidar un bebé de estos logran quedar embarazadas con la ayuda de un sicólogo. A personas de la tercera edad que ya no les permiten cargar a sus nietos, estos bebés les ayudan mucho porque empiezan a recordar cuando tuvieron a sus hijos y el hiperrealismo les hace volver a la vida”, cuenta la artista Mariana Jiménez.

La creadora de la marca Bianca Doll explica a este medio que mujeres han comprado bebés de vinil para enfrentar sus pérdidas, incluso le piden recrear la imagen de sus hijos para recordarlos más, todo esto acompañado de un proceso terapéutico que las ayude a superarlo. También está recomendado para personas con síndrome de Down y adultas mayores.

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“Tuve una amiga que se dedicaba a la colección de puros bebés de silicón, porque nunca pudo tener hijos y algo que siempre le pedía a sus artistas es que fueran rojitos, a ella le encantaban que fueran rojos como un recién nacido. Si está recomendado por un sicólogo, yo sin problemas se los puedo vender, pero a mí no me gustaría perjudicar el momento que ahorita están viviendo”, refiere.

Detrás de la artista se encuentran bebés apilados en un mueble, con ropa y chupones, otros más están en pequeñas cunas y envueltos en mantas; los demás siguen en proceso de elaboración pues sus partes se encuentran en el escritorio de Mariana, donde la magia sucede. Con una imagen, peso y textura hiperrealista, además de un perfume especial, cada persona que conoce a estos bebés comienza a arrullarlos y hablarles como a los recién nacidos.

“Manejo varios modelos, varias tallas de bebé, uno de vinil es más fácil pintar que un silicón. Este es un bebé mini y este es un bebé talla recién nacido normal. Así vienen sus extremidades y estas son mis pinturas termofijables. ¿A qué me refiero? A que cada vez que pinte, tengo que hornear durante 10 minutos a 135 grados para que se cure y se fije la pintura. Entonces, ese es un trabajo laborioso ya que tengo que esperar a que se enfríe para poner las siguientes capas”, explica.

Los muñecos se pintan con distintos tonos hasta llegar al color ideal, pedido por el cliente o el que más represente a un bebé de verdad. Foto: Hugo Salvador / EL UNIVERSAL
Los muñecos se pintan con distintos tonos hasta llegar al color ideal, pedido por el cliente o el que más represente a un bebé de verdad. Foto: Hugo Salvador / EL UNIVERSAL

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Con paciencia, Mariana Jiménez pinta con distintos tonos la cabecita de un bebé de vinil hasta llegar al color ideal, pedido por el cliente, o que más represente a un bebé de verdad; la mayoría de las veces llega a un efecto de sensación de frío, mismo que logró con años de práctica y de visitar hospitales para ver a los recién nacidos.

“Me tardo unos cuatro o cinco días, sólo en pintura. Siempre estoy trabajando con los bebés, me echo hasta dos o tres semanas por bebé porque voy haciéndolos en hilera. Ya si lo desean con cabello injertado es otro costo y más tiempo, porque se injerta cada cabello de oveja tibetana, es el que más se asemeja al grosor de un bebé recién nacido”, explica.

Mientras pinta, un bebé suena a lo lejos y llama la atención a como dé lugar. Se trata de un sistema de inteligencia artificial el cual consiste en que el muñeco “está vivo” durante tres días. Así, personas próximas a ser padres y madres practican y lo cuidan como si fuera de verdad. Del mismo modo, funciona para educar sexualmente a estudiantes de secundaria.

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“Este es de educación, donde yo lo rento por dos o tres días para que sepas lo que es cuidar un bebé real. El bebé va a llorar intensamente, no vas a saber por qué, ya le cambiaste el pañal, ya le diste de comer, ya le sacaste el aire y va a seguir llorando como un bebé. Puede ser que tenga fiebre, no lo sabes, tú tienes que intentar todo. Y esta es la versión más sencilla que manejo que es el tamagotchi, usa una pila y va a reconocer su mamila y su chupón”, destaca.

Las niñas también utilizan estos juguetes para divertirse; al dejarlos llorar se quedan dormidos y se apagan. Sin embargo, existe la opción de activarlo de forma educativa y puede perder la vida ante la falta de cuidados. Además, cada bebé se entrega con una mamila, chupón, hoja de cuidados y acta de adopción.

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