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Gobernadores panistas que han manifestado su rechazo a la entrada en vigor en sus estados del Instituto de Salud para el Bienestar se reunirán esta noche, para preparar su estrategia en la reunión que mañana sostendrán con el presidente Andrés Manuel López Obrador para abordar el tema.
Cinco gobernadores panistas, entre ellos los de Aguascalientes, Martín Orozco; de Guanajuato, Diego Sinhue; de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, y de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, han decidido, hasta ahora, no firmar con el gobierno federal el convenio que la da vida al Insabi, en sustitución del Seguro Popular .
Adicionalmente, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, tampoco ha signado todavía el convenio.
Los “gobernadores rebeldes” consideran que la operación del Insabi les quita responsabilidad para atender la salud de sus habitantes, por lo que se oponen a firmar el convenio, aunque temen que el gobierno federal no les entregue los recursos que en años pasados se habían destinado al Seguro Popular.
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Nos dicen que los panistas consideran que con las actuales condiciones el Insabi está desahuciado en sus estados, por lo que este martes tras reunirse con el presidente verán si el paciente tiene remedio, o de plano fallece.
Por lo pronto, afilan el bisturí.
