El canciller Marcelo Ebrard estuvo hoy en Cabo Cañaveral, Florida, para el lanzamiento del Artemis I , misión no tripulada con rumbo a la Luna.

Si bien, por una falla técnica el despegue fue pospuesto, Ebrard, aprovechó el lobby para avanzar y tejer alianzas.

En su cuenta personal de Twitter dijo que mientras se revisaba el fallo técnico, pudo saludar a Thomas H. Zurbuchen, de la misión científica de la NASA "y con quien trabajamos, vía la Agencia Espacial Mexicana dos proyectos”, en referencia a futuras misiones Artemis.

Se sacó selfies también con Francois-Phillipe Champagne y Joshua Kutryk, ministro de Innovación de Canadá y astronauta destacado de ese país, "buenos amigos de México”, según el canciller.

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Si bien el mundo entero se quedó con las ganas de ver el lanzamiento rumbo a la Luna, no podemos decir que fue una mañana perdida para la diplomacia espacial de México y para una de las corcholatas presidenciales , que, seguramente, esperará que si logra la nominación morenista su campaña tenga mejor suerte que el Artemis I.

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