A pesar de que el gobierno federal otorga la Beca Universal de Educación Media Superior Benito Juárez a estudiantes de educación media superior (mil 900 pesos bimestrales), el abandono escolar en este nivel educativo va al alza.
Datos de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) indican que la tasa de abandono pasó de 10.2% en el ciclo escolar 2021-2022 a 11.2% en 2023-2024.
Natalia Ramos, académica de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), refiere que los apoyos económicos que se entregan a los estudiantes de bachillerato están cumpliendo en parte tener un impacto en las decisiones de los jóvenes de abandonar o no la escuela.
“No podemos negar que el incentivo monetario sí tiene un impacto sobre todo en aquellas zonas de más alta vulnerabilidad socioeconómica. Pero la literatura misma evidencia que el fenómeno del abandono escolar tiene diferentes facetas y no solamente se refiere a lo socioeconómico”.
En ese sentido, asegura que todavía la educación media superior tiene retos enormes en cuanto a una oferta educativa coherente y atractiva para los jóvenes.
En diciembre pasado, la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció que la educación media superior será fortalecida con una reforma que será la más importante de los últimos 40 años.
Y en febrero pasado arrancaron los foros para el anteproyecto de la Ley General de Educación Media Superior para hacer más atractiva la oferta en escuelas públicas y retener a los jóvenes en bachillerato.
“Vamos a lograr que las y los jóvenes tengan una oferta educativa que los entusiasmen, que les asegure que se puedan insertar con éxito a la economía nacional o que decidan lo que ellos quieran ser, que puedan realizar sus sueños”, señaló en ese momento el titular de la SEP, Mario Delgado.
Pero Ramos externa que existe desconfianza entre los docentes de que los foros sólo sirvan para imponer las nuevas modificaciones y el currículo de bachillerato, tal como ocurrió con los libros de texto gratuitos para educación básica, en cuyo proceso, aseguran, sólo participó la dirección general de Materiales Educativos de la SEP, que dirige Marx Arriaga.
“Si tú no abres la escucha a todas las posiciones e incluso las críticas y sólo seleccionas, quién sabe bajo qué criterio dices que vas a ser plural. En las consultas de los planes y programas de estudio, así como para el contenido de los libros de texto gratuitos para educación básica, no hubo espacio para las visiones críticas desde el sector de la educación privada o de especialistas”, dice Marco Fernández, coordinador de la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad del Tec de Monterrey e investigador asociado de México Evalúa.
Explica a EL UNIVERSAL que la matrícula en educación media superior ya suma tres años que va en picada y que se han perdido más de 350 mil estudiantes (7%), y que siete de cada 10 alumnos de este nivel educativo no alcanzan los aprendizajes básicos en matemáticas y en comunicación.
Expone que el problema económico no es necesariamente el factor principal por la que un adolescente abandone el bachillerato, sino también pesa el rezago de aprendizajes que enfrentan miles de estudiantes de ese nivel educativo.
“No existen estrategias que les permitan a los jóvenes corregir esos rezagos en aprendizajes. Vivimos en el mundo del ‘yo pasé al siguiente año simulando, porque no aprendí lo que tenía que aprender y no me reprobaron’. Esos jóvenes cuando llegan a la preparatoria no tienen el mínimo de comprensión lectora o de matemáticas, y por lo tanto, se frustran y sienten que la escuela no es para ellos y tiran la toalla”, menciona.
Fernández comenta que otro factor de abandono en educación media superior es que “los chicos no tienen motivación para seguir estudiando, no ven el propósito de cómo esto les va a redituar en términos de transformación de su vida, de poder seguir eventualmente a la universidad y que esto se traduzca en mejores oportunidades de empleo.
“También está el caso de aquellos jóvenes a los que se les denomina menores de mentalidad y de crecimiento. Evaluaciones de aprendizajes que hemos hecho en distintas entidades del país muestran que además del aprendizaje ya sea en las tres áreas disciplinares, comunicación, comprensión lectora y matemáticas, es importante que los jóvenes se la crean y comprendan que pueden seguir con una trayectoria en la universidad. Crecen con esta idea fatalista de que la inteligencia está determinada al nacer y no hay mucho que hacer. A esto se le denomina mentalidad de crecimiento menor”, refiere.
Fernández asegura que las becas económicas no ayudan a superar todo esto porque las transferencias no corrigen el problema de aprendizajes mal alcanzados, la motivación para seguir estudiando no impulsa la mentalidad de crecimiento y no influyen en la decisión del joven de dejarla escuela.
“El problema es que en toda la estrategia que hasta ahorita ha hecho el gobierno federal es loable y por supuesto necesaria para poner al centro de los esfuerzos la necesidad de dar más equidad de oportunidades a los jóvenes. Pero eso no se hace a partir de distribuir becas.
“Debemos tener una mentalidad de verdadera preocupación social y ver cómo la educación nos puede permitir transformar la vida de las personas y multiplicar su posibilidad de movilidad social, tenemos que tomarnos muy en serio el tener evaluaciones de los aprendizajes alcanzados y no por estos jóvenes, para que con los resultados trabajemos con la comunidad de los docentes en cada plantel de los diferentes subsistemas de la media superior”, señala.
Desde la óptica de Marco Fernández, es necesario mejorar la forma en que se construyen las políticas para atender ese problema e insiste que la solución para frenar el abandono escolar en media superior no es otorgando becas a diestra y siniestra.
Y resalta que si no se corrigen los factores que causan que un joven deje las aulas, no se resolverá el abandono escolar en educación media superior y al contrario, las cifras de desafiliación seguirán incrementándose.
Alma Maldonado, académica del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, comenta que las becas universales se están otorgando en mayor medida a quien más recursos tiene.
“Si de lo que se trata es de reducir la brecha de desigualdad con las becas universales, pues no lo están logrando. Y además no mejoran la educación, que eso es lo más importante”, acota.
Agrega que al adolescente que viene arrastrando deficiencias con los aprendizajes desde la primaria o la secundaria no le resultará atractivo seguir estudiando una carrera universitaria, por más beca que reciba.
“Más que becas, a los chavos necesitas darles más atención educativa, muchas veces atención socioemocional, mejores escuelas, materiales y mejor infraestructura. Es evidente que los jóvenes no están encontrando en la media superior la motivación para quedarse en la escuela. Creo que ahí han fallado muchas cosas y esto no se va a solucionar con una nueva Ley de Educación Media Superior, que es ahora la gran ocurrencia que tienen”, dice contundente.