El sacerdote Roberto Funes se coloca su sotana y sale al patio de la Parroquia de la Sagrada Familia; ya lo espera un feligrés detrás de una mampara con la intención de confesarse, pues debido a la pandemia por Covid-19 esta actividad ahora se realiza al aire libre.
Desde que se implementó la “nueva normalidad” en México, el pasado 1 de junio, la Iglesia católica se ha preparado para la reapertura de los centros religiosos. Aunque no hay una fecha concreta, se prevé que el próximo 14 de julio los fieles puedan regresar a las parroquias bajo estrictas medidas sanitarias.

“Desde la entrada del templo hay una zona de cuidados; todos los que lleguen a los templos van a tener que traer un cubrebocas, se les tomará la temperatura y tendrán que sanitizarse las manos y los pies”, dijo.
Además, en el interior de la iglesia las bancas fueron separadas y habrá un encargado de contabilizar a las personas que ingresen a fin de no superar el aforo permitido. El saludo de la paz dejará de celebrarse y la hostia se entregará en la mano a los fieles.

Por las tardes, la Parroquia de la Sagrada Familia abre sus puertas un par de horas con la intención de que los fieles puedan ingresar y orar durante unos minutos.
A la entrada, un ayudante de los sacerdotes toma la temperatura, los feligreses deben limpiar sus pies en tapetes sanitizantes, tomar un poco de gel antibacterial del dispensador y sentarse en una banca manteniendo distancia entre las demás personas.
Manual
La Arquidiócesis de México difundió el documento Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con asistencia de fieles, en el que deja en claro que aún no se sabe la fecha en que abrirán los centros religiosos, pero incluye las indicaciones a seguir para el regreso a la nueva normalidad.

“Para toda acción pastoral se deberán respetar las indicaciones que la Secretaría de Salud establezca, conforme va evolucionando la situación sanitaria. A las personas con alto riesgo, como mayores, embarazadas o con enfermedades crónicas, se les insiste en que continúen participando en los actos litúrgicos a través de redes sociales o canales de televisión abierta”, indicó la Arquidiócesis.
En cuanto a las medidas sanitarias en los templos, como explicó el padre Roberto Funes, éstos se deben sanitizar y fumigar las áreas donde estarán los fieles. “Es imprescindible tener habilitado un solo acceso al templo para controlar el ingreso, se debe seguir la sana distancia, uso obligatorio de cubrebocas y gel antibacterial”, dijo.

“Conviene bloquear o retirar las bancas que no se deban utilizar, dejando un espacio de un metro entre cada banca y marcando los lugares de la banca que se puedan utilizar, dejando 1.5 metros entre cada persona”, recomendó.