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Los mayores aranceles a las prendas de vestir que se compren desde países sin tratado de libre comercio con México generaron opiniones a favor de los empresarios, aunque pasarán factura a los consumidores a través de mayores precios.
Las cámaras nacionales de las industrias textil y de confección agradecieron la medida, al considerar que fortalecerá al sector, que ya perdió más de 72 mil empleos y representa 1.8% de la economía nacional, la mitad de lo que aportaba dos décadas atrás.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), Rafael Zaga, rechazó que se trate de una medida proteccionista, ya que “no pedimos protección, sino legalidad y Estado de derecho”.
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En su opinión, el mensaje que se envía al incrementar los impuestos de 25% a 35% para las prendas de vestir de 138 fracciones arancelarias y de 10% a 15% en telas de 17 fracciones es “compra lo hecho en México que está bien hecho y así ayudas a crear empleos”.
Descartó que afecte a las empresas que operan en la legalidad, salvo aquellas que importan temporalmente telas bajo el programa de maquila y que no retornan las importaciones.
Para el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), José Pablo Maauad, “es bienvenida siempre la competencia, pero que sea legal… jugando las mismas reglas del juego”.
Comentó que las medidas no tendrán un impacto inflacionario o, si lo tienen, será marginal y en pro de la legalidad.
“En seis meses se verá el efecto” de estas medidas de legalidad, tanto en el empleo como en el valor de la producción.
El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón, explicó que esta decisión es resultado de un trabajo en unidad y las medidas serán eficaces.
El presidente ejecutivo del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), Sergio Contreras Pérez, descartó que sea una acción proteccionista, sino una estrategia para un ingreso controlado de productos.
“En China hay una serie de incentivos fiscales e incentivos a las empresas que, de alguna forma, pues cuando salen hacia el exterior, pues viene con un costo que no es el real, entonces por eso mismo hay que ir teniendo, y me parece muy correcto que se vaya haciendo, una política”, indicó Contreras Pérez.
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En contraste, el Consejo Nacional de la Industria Manufacturera de Exportación (Index) consideró que el alza de aranceles afectará a las empresas que no se encuentran en zonas textileras como en el norte y sureste, por lo que pidió que este tipo de medidas “sean revisadas anticipadamente y a fondo con Index, en coordinación con la Secretaría de Economía”.
Las compras temporales que supuestamente no se retornan, añadió, en realidad son resultado de un efecto en el que se importan textiles y se exportan productos transformados.
Al respecto, el presidente entrante de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan José Sierra, dijo a EL UNIVERSAL que hay que tomar con cautela la medida, porque no se trata de entrar en una guerra arancelaria.
Por otra parte, el especialista en comercio exterior Jorge Molina dijo que “la medida tendrá efectos inflacionarios y no será una solución de largo plazo. Nunca he considerado los aranceles como una manera efectiva de corregir problemas de la economía doméstica, más aún cuando lo que parece buscar México es corregir un problema de aduanas”.
