Washington.— Con más de un millón de páginas de documentos con pruebas en su contra, el exsecretario mexicano de Seguridad Pública, Genaro García Luna, enfrenta nueva fecha de audiencia: el 23 de junio, en la Corte del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York.
Fiscalía y defensa solicitaron y obtuvieron un aplazamiento de la audiencia judicial, que estaba prevista para el 19 de abril.
En una carta dirigida al juez Brian Cogan, ambas partes insistieron en la dificultad que tienen para preparar el caso debido a la pandemia de coronavirus, que afecta a la consecución de pruebas y a los encuentros de la fiscalía con potenciales testigos y del abogado de la defensa con el exministro mexicano.
El gobierno estadounidense está esperando la respuesta de gobiernos extranjeros para que le entreguen la información solicitada sobre el caso, después que hayan hecho las solicitudes.
Cogan accedió y aplazó la audiencia para junio.
El gobierno informó a las partes que ha entregado “la mayoría” de las pruebas que tiene en su posesión, y sólo espera que de ahora en adelante haya “pequeñas entregas” a medida que reciba nuevos indicios o identifique que tiene más material en su poder, algo que podría producirse en las próximas semanas.
Según la información revelada por la fiscalía, ya se han entregado más de un millón de páginas de documentos y voluminosas comunicaciones interceptadas y grabadas. Entre los últimos documentos que se entregaron, más de 32 mil páginas presentadas a principios de marzo, estaban pruebas provenientes de la policía mexicana y panameña, grabaciones de llamadas hechas desde la cárcel y documentos del gobierno mexicano relacionados con un decomiso que se realizó en su país, entre otros.
No es la primera vez que se pide una postergación en este caso: ambas partes ya solicitaron un aplazamiento del que tendría que haber sido su último encuentro, a mediados de febrero, por las mismas razones.
La única disputa entre las partes que sigue sin resolverse es sobre los materiales que la fiscalía quiere mantener “bajo reserva” alegando confidencialidad que podría afectar a la seguridad de testigos cooperantes, algo de lo que César de Castro, el abogado de oficio de García Luna, se quejó el pasado diciembre, cuando respondió que la justificación carecía de sentido porque su defendido “no es El Chapo. No representa riesgo de seguridad para testigo alguno”, insistió.
García Luna fue detenido en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, y está acusado por tres cargos de narcotráfico y uno más por falsedad de declaración.
Fue el cerebro de la llamada “guerra contra le narco” que desplegó el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón.