Más Información
En plena Navidad, asesinan a Francisco Bañuelos, subsecretario de ganadería en Zacatecas; Fiscalía investiga los hechos
Vía Facebook citan a familia para venderles un auto en oferta; banda roba y dispara a matar al padre
Llega Navidad para choferes y repartidores; publican en el DOF decreto para derecho a seguro médico, indemnización y utilidades
Esto es lo que sabemos sobre la huelga de trabajadores de Starbucks en EU; estas son las condiciones por las que luchan
El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al ecuador de su mandato y comenzó a marcar la ruta a su posible sucesor o sucesora. Frente al “pueblo”, dio las claves para su relevo.
Sugirió alejarse de publicistas neoliberales que proponen la sonrisa fingida, el peinado engominado y la imagen, al afirmar que la clave es “anclarnos en nuestros ideales y principios, no desdibujarnos, no zigzaguear”.
Los aspirantes presentes y ausentes escucharon la recomendación de ser auténticos, hablar con la verdad y pronunciarse por los pobres.
El Presidente eligió el corazón político del país para enviar sus claves, donde su “movimiento” mostró músculo con una plaza llena al tope como en los viejos tiempos de cuando era opositor.
A las cinco de la tarde el Mandatario federal salió de Palacio Nacional por la Puerta de Honor de la mano de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y lo primero que vio y escuchó fue a ese ejército de la esperanza arengar: “¡Es un ho-nor es-tar con O-bra-dor!”.
El Presidente se sentó a la mitad de un escenario colocado al pie del balcón central de Palacio Nacional. En primera fila, a su derecha, estaban el secretario de Gobernación, Adán Augusto López y más allá, en el cuarto asiento, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum. Del lado izquierdo, también en el cuarto asiento, el canciller Marcelo Ebrard... los presidenciables en primera fila. La invitada de honor fue la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
En ese ir y venir de invitados, entre ellos el senador Félix Salgado Macedonio, los gobernadores de Morena como David Monreal, de Zacatecas, quien llegó caminando junto al secretario de Gobernación; el mandatario de Sinaloa, Rubén Rocha; el de Baja California Sur, Víctor Castro. Destacó la presencia del extitular del UIF, Santiago Nieto.
El exzar anticorrupción, quien renunció por el escándalo de su boda en Guatemala, llegó cuando el Presidente había comenzado su discurso, dialogó con uno de los encargados de los accesos, se retiró como si no tuviera lugar, pero regresó y se sentó junto a los demás invitados especiales.
También fueron notorias las ausencias del coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, y del secretario de Salud, Jorge Alcocer.
Destacó la presencia de los gobernadores de oposición Alejandro Murat (PRI), de Oaxaca; los panistas María Eugenia Campos, de Chihuahua; Mauricio Vila, de Yucatán; José Rosas Aispuro, de Durango; y Carlos Joaquín González, de Quintana Roo.
Atentos, los seguidores escucharon el mensaje del Presidente de México, en una plaza llena, pero con estrictas medidas sanitarias como el uso del cubrebocas y gel antibacterial.
Presidenciables en el templete, rebeldes en las gradas y ausentes en las redes sociales. Ese fue el otro mensaje.