El presidente Andrés Manuel López Obrador marcó distancia y evitó pronunciarse sobre el pleito entre su exconsejero jurídico Julio Scherer Ibarra con el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero y la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, porque está enfocado en otros asuntos, dijo.
“Eso tiene que ver con tribunales, con el Ministerio Público, con juzgados y nosotros no vamos a meternos. En esas diferencias no queremos participar. Nosotros queremos y estamos dedicados en tiempo y alma en la transformación de México”.
En conferencia de prensa en el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Jefe del Ejecutivo federal reconoció que no puede evitar que haya ese tipo de diferencias o escándalos en el interior de su gabinete.
“No se pueden evitar las diferencias, los distintos puntos de vista, confrontación política, escándalos y sensacionalismo en los medios, no, la vida es así, la condición humana, no debemos de sorprendernos.
“Nada más que el Presidente está ocupado en otros asuntos y tengo que priorizar, me importa mucho el nuevo aeropuerto, que no falten las pensiones de los adultos mayores, que terminemos de vacunar a todo el pueblo de México para protegernos del Covid, que no se deprecie el peso con la guerra, que no aumente el precio de las gasolinas, que no haya carestía, me importa muchísimo que mejoren los salarios de los trabajadores, que haya empleos, el que se consiga la tranquilidad y la paz, tengo muchas cosas que atender”, señaló.
Por medio de una carta que se publicó en el semanario Proceso —que fundó el periodista Julio Scherer García— su hijo el abogado Scherer Ibarra acusó que hay una confabulación entre el fiscal Gertz Manero y la senadora Sánchez Cordero para perseguirlo mediante un modus operandi “extorsivo”.
Scherer Ibarra señala que hostigado como en tiempos de Vicente Fox se cuestionó si debía o no dar cuenta de los episodios vividos ahora con el fiscal Gertz Manero.
“Dudé muchas veces en un ir y venir de la conciencia. Pensé en la posibilidad de lastimar un proyecto de nación en el que creo, pero también consideré que debo atenerme a los principios del mismo y a los propios.
“La decisión llegó por sí misma: callada, la verdad pierde el sentido de existir. Este es el origen de los ataques que he tenido que soportar desde los cargos que ostentan, de Alejandro Gertz Manero en complicidad con Olga Sánchez Cordero”, advierte.
Con la entonces secretaria de Gobernación, Sánchez Cordero, el abogado Scherer dijo que desde el inicio del gobierno de López Obrador se dieron diferencias.
Scherer Ibarra acusó que el fiscal Gertz Manero “hace uso de la fiscalía como si fuera su despacho privado y tiene a Juan Ramos López, su subprocurador, como abogado de cabecera para privilegiar el avance de sus asuntos personales por encima de las cuestiones emblemáticas del gobierno, como el combate a la corrupción y la persecución a la delincuencia organizada, donde no alcanzan a verse los resultados concretos que le fueron encomendados”.
La presidenta del Senado, Sánchez Cordero, reconoció que tuvo diferencias con el exconsejero Jurídico de Presidencia, Scherer Ibarra, y adelantó que en su momento dará a conocer su posición sobre los señalamientos que hizo en su contra.
A su llegada a la ceremonia de inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador y en breve entrevista con medios, aseveró que era “bastante obvio” que tenían diferencias con Scherer Ibarra.
“Teníamos diferencias, era bastante obvio que las teníamos (…) hay algunas imprecisiones que en algún momento yo voy a decir cuáles fueron”, subrayó.
La ministra en retiro de la SCJN consideró que no fue oportuno que Scherer Ibarra diera a conocer esa carta.
“A mi entender no fue un momento oportuno, estamos aquí inaugurando esto maravilloso”, comentó Sánchez Cordero.
A pregunta expresa sobre si esas declaraciones son “fuego amigo” dentro de la llamada Cuarta Transformación, la legisladora añadió que “no, hay diferencias solamente”.