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Andrés Manuel López Obrador hace un “uso político” de la religión, al incluir referencias bíblicas en sus discursos públicos o tener acercamiento con iglesias de diferentes credos, lo cual genera un debilitamiento del Estado laico, advirtieron especialistas.
El investigador de El Colegio de México José Antonio Crespo Mendoza refirió que con frecuencia en los discursos del Presidente, éste ha empleado un lenguaje bíblico, con lo que hace un uso político de la religión y lo aprovecha para generar mayor aceptación.
“No es sorpresa que siendo él una persona religiosa tenga acercamiento con las iglesias, de las cuales no sabemos a cuál pertenece, si a la católica o a alguna protestante. El Estado laico no le preocupa demasiado”, dijo.
El investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Alberto Aziz Nassif indicó que eventos como la intervención de líderes evangélicos en el mitin de Tijuana, posterior al acuerdo con el presidente Donald Trump, o la modificación del reglamento de las asociaciones religiosas para que participen en el proceso de pacificación, “marcan una política de cercanía con este sector. La parte más preocupante es el beneficio mutuo entre la Iglesia y el gobierno. Ellos llevan adelante sus agendas religiosas”, apuntó.
El analista de temas religiosos Bernardo Barranco consideró que Andrés Manuel López Obrador “cae en contradicciones”, al reivindicar al expresidente Benito Juárez, pero al mismo tiempo teniendo cercanía con grupos evangélicos.
“En materia social, es un Presidente cercano a la teoría de la liberación, pero en materia moral está más cercano a un pentecostalismo conservador”, advirtió.