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Monterrey, NL.— Luego de que el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, afirmó que la situación de Pemex pone en riesgo la estabilidad del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió, en gira por esta entidad, que el también secretario de Hacienda en el sexenio de Ernesto Zedillo no tiene autoridad moral, porque formó parte de los gobiernos que dejaron al país en bancarrota.
Por la mañana, en la Ciudad de México, el mandatario también respondió a las estimaciones de la OCDE sobre el país y aseguró que su gobierno le va a ganar a los pronósticos que auguran una baja en el crecimiento para México, y afirmó que su gobierno inicia bien en materia económica.
El mandatario viajó ayer por la tarde a Monterrey, donde fue cuestionado sobre las declaraciones que hizo el pasado jueves el secretario general de la OCDE al referirse a la situación de Pemex.
“Con todo respeto, Gurría no tiene mucha autoridad moral que digamos. ¿Saben ustedes cómo se le conocía a Ángel Gurría? Como el Ángel de la Dependencia, porque él pronosticó que llegaban los tecnócratas para quedarse por siempre, que iban a ser eternos.
“Con todo respeto, él no es la persona más indicada para hacer un cuestionamiento, aunque tiene derecho a hacerlo, pero él formó parte de los gobiernos que dejaron al país en bancarrota. Él, por ejemplo, estuvo cuando el Fobaproa”, sostuvo.
El Presidente aseguró que se olvida lo que han hecho los servidores públicos y suele pasar que no pierden su respetabilidad los que han llevado a la bancarrota al país.
“Entiendo que ahora que se acaba esa política de saqueo llamada neoliberalismo, pues no les guste, pero que nos dejen demostrar que hay otra manera de gobernar al país, sin corrupción, con eficiencia y en beneficio del pueblo de México”, dijo.
Por la mañana, en conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador aseguró que su gobierno ganará a los pronósticos de aquellos que auguran una baja en el crecimiento para México y que, al contrario, su administración inicia bien en el tema económico.
“Estamos empezando bien. Ya tenemos hasta una apuesta: les vamos a ganar en sus pronósticos, se los repito, porque hay una variable, como ellos mismos dicen en su lenguaje tecnocrático, que ahora nos ayuda mucho: ya no existe la corrupción que había cuando ellos gobernaban. Cuando hay corrupción no hay crecimiento o se afecta mucho el crecimiento. Pero el último dato, creo que fue del Fondo Monetario Internacional, ayer, de 1.5%; y doble discurso, porque por un lado dicen 1.5% y [José Ángel] Gurría dice que sí es posible que se pueda crecer 4%. Cada quien toma la información como quiere”, explicó.
Reducir carga a Pemex. El Presidente adelantó que se va a reducir a Pemex el pago de derechos para que Hacienda “no exprima” a la empresa petrolera, tenga más recursos y se fortalezca.
Previo a realizar un recorrido privado de supervisión por la refinería de Cadereyta, el presidente López Obrador acusó a gobiernos anteriores de haber robado millones de dólares que utilizaron para la reconfiguración de tres refinerías en el país. Sin embargo, a pesar de esa modernización, tienen más producción las que no fueron intervenidas: Tula, Hidalgo; Salamanca, Guanajuato, y Salina Cruz, Oaxaca.
El gobierno destinará 25 mil millones de pesos para rehabilitar las seis refinerías en los próximos dos años.
López Obrador realizó el recorrido en la refinería de la entidad con la secretaria de Energía, Rocío Nahle; el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, así como con otros funcionarios de Pemex y del gobierno federal.
Durante un evento en Monclova, López Obrador acusó a Estados Unidos de obstaculizar la venta del acero mexicano y sostuvo que ya se realizan trámites para resolver ese problema.
“Ahora también tenemos que resolver, porque allá en Estados Unidos nuestros vecinos están también poniendo obstáculos para la venta del acero nacional. Ya se están haciendo trámites y vamos a ayudar para que se impulse la industria”, sostuvo.
Al iniciar el evento y ser recibido con abucheos, el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, bromeó con la situación y dijo que le tocaron menos abucheos que a otros gobernadores, como Alejandro Murat, de Oaxaca; Ignacio Peralta, de Colima, y Héctor Astudillo, de Guerrero.