La Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre (FACD) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se declaró lista para actuar ante la temporada de huracanes y tormentas tropicales 2021 que inició hace unos días en ambos litorales del país.
Son más de 500 elementos del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, divididos en ocho agrupamientos, que se activarán para reforzar el trabajo de las regiones y zonas militares de la República, a través del Plan DN-III-E de ayuda a la población, en caso de ser necesario.
“Tenemos establecida ya la estructura de la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre, esto con motivo del inicio de la temporada de huracanes. Ante esta circunstancia que se presenta cada año, el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos se preparan para operar en cualquier parte del territorio nacional, en caso necesario es la que refuerza las capacidades de los mandos territoriales, ya sea de región o zona militar, que actúan en primer término”, señaló el comandante de la FACD, el general brigadier, Fernando Antonio Solares Lammel.
La Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre está conformada por equipos especializados en rescate urbano, manejadores caninos, búsqueda y rescate acuático, servicios médicos, comedor comunitario y una compañía de infantería y fuerzas especiales
En su primera fase de operación, la FACD despliega a más de medio millar de elementos y puede incrementarlo hasta 3 mil 125, según el nivel de alerta al que se tenga que responder para el caso de desastres.
Su misión es la búsqueda, localización y rescate de personas atrapadas en estructuras colapsadas, así como en espacios confinados. Por ello, esa noche salieron 21 elementos desde las instalaciones del Campo Militar 1-A de la Sedena para brindar el apoyo. “La última participación que tuvimos fue en la Línea 12, salimos como bomberos porque somos bomberos de aquí [en la Sedena]”, recordó el subteniente David Maqueda.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el militar explicó que realizaron labores de remoción de escombros, búsqueda y localización de las víctimas que viajaban en el tren que se derrumbó con el tramo elevado de la llamada Línea Dorada, a la altura de la estación Olivos.
“Nosotros tenemos como misión coadyuvar con la población civil en la búsqueda, localización y rescate de personas atrapadas en estructuras colapsadas, así como en espacios confinados, para lo cual contamos con herramienta hidráulica y eléctrica. Somos tres oficiales y 21 de tropa y formamos tres equipos que podemos trabajar en forma conjunta o separada”, añadió.
Al momento, la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre se encuentra integrada por un total de 550 militares (hombres y mujeres), equipados con 30 vehículos, dos aeronaves y 10 binomios caninos.
El año pasado participaron en las labores de auxilio a la población en las inundaciones en Villahermosa, Tabasco. En marzo concluyeron los trabajos de recuperación en dicha ciudad. Solares Lammel afirmó que la FACD tiene capacidad para trasladarse por aire o tierra en cualquier parte del territorio nacional, incluso para apoyar a otros países, bajo el concepto de ayuda humanitaria.
El año pasado, el Ejército mexicano desplegó 8 mil elementos para atender las afectaciones ocasionadas por diversos fenómenos hidrometeorológicos en el territorio nacional.
El personal atendió daños por deslaves, frentes fríos, heladas, huracanes, inundaciones, lluvias, nevadas, tormentas tropicales y tornados, donde rescató 21 personas y evacuó a 18 mil 317 hacía lugares seguros.