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El día que Alexis García fue asesinado , vendía flores para el Día de las Madres en un mercado de Colima. El plan era llevarle un ramo a su madre y otro a su abuela al terminar de trabajar, pero una bala perdida le dio en el cuello. El joven de 17 años cayó muerto en el piso la tarde del 9 de mayo del 2017. El Pelón, como lo conocían en las ligas de futbol de esa ciudad, quedó en medio de un fuego cruzado entre dos bandas criminales, en pleno centro de la ciudad.
Desde niño, el Pelón demostró talento para este deporte, le iba a los Pumas y soñaba con ser profesional. Todas las fotos que hay de él en la casa de su abuela aparece con un balón. De hecho, su tumba asemeja una cancha. Tenía todo un futuro por delante y el apoyo de sus maestros, sus padres y su novia. Era un joven callado que no daba problemas y muy querido por la comunidad, recuerda María de los Ángeles Pérez García, su abuela materna, una mujer con 32 nietos que trabaja como intendente.
Alexis vivía y trabajaba con la familia de su novia. Vendían elotes, administraban la cooperativa de una escuela y el día que lo asesinaron se ofreció a ayudarlos con la venta de flores. Si algo le dolió a la familia del joven fue que las autoridades aseguraran que el muchacho andaba en malos pasos . Su abuela dice que la prueba de esa falsedad fue que al funeral llegaron puros jóvenes deportistas y profesores.
Después de dos años, la familia tiene claro que la inseguridad que se vive en Colima fue lo que les quitó al Pelón. Su primo, un joven de 24 años, dice que en la colonia donde vive su abuela, la De Los Trabajadores, se llegan a escuchar hasta cuatro balaceras a la semana.
Cerca de donde vive Doña María hay un mural con el rostro de un joven asesinado, que dice “In Memory of Nano” (En Memoria de Nano). Un vecino de la colonia se acerca con los primos del Pelón y hace una broma que parece normalizada entre los vecinos: “sigo yo de aparecer ahí”. Todos se ríen.
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