La transparencia, la evaluación diagnóstica de los estudiantes de educación básica, la medición de la pobreza y la regulación de las telecomunicaciones y la radiodifusión en México quedarán a contentillo del gobierno federal al estar sepultados al menos ocho organismos e instituciones durante la actual administración federal.
La eliminación de órganos como el Inai, Coneval, Mejoredu o el IFT, entre otros, comenzó con el expresidente Andrés Manuel López Obrador y culminó en la gestión de Claudia Sheinbaum Pardo, bajo el pretexto de que eran onerosos.
Ahora, el presupuesto que recibían será destinado a programas sociales que son el eje central de la Cuarta Transformación.
Especialistas consideraron que sin indicadores ni datos fidedignos, los ciudadanos de a pie quedarán a ciegas y a expensas de la narrativa gubernamental en temas vitales.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), entre otros, quedaron pulverizados y sus funciones pasarán a manos de dependencias del Estado.
Marco Fernández, coordinador de Anticorrupción y Educación de la organización civil México Evalúa e investigador en la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, dijo que a la autoridad le incomoda contar con organismos que ofrezcan información e indicadores que den cuenta de sus acciones, porque exhiben muchas veces la debilidad o mala implementación de algunas de sus políticas públicas.
“Nosotros sabemos cuántas veces la administración anterior ha negado información o existencia de información. Y ahora, con la desaparición de tantos organismos e instituciones, ni siquiera van a tener que incomodarse con ese tipo de excusas, porque el mismo ‘gobierno de la Transformación’ se va a autorregular”, expuso.
“¿Quieren ahorrar? Entonces, dejemos de gastar en obras que no han tenido beneficio social, tipo Tren Maya, que no tiene pasajeros; tipo el AIFA, que sigue teniendo déficit de pasajeros, tipo Dos Bocas, que no está refinando nada”.
Hace unos meses, en la conferencia mañanera, la Presidenta aseguró que ante la desaparición del Inai “va a haber más transparencia ahora, pero no va a haber corrupción”.
Fernández se mostró incrédulo ante esas afirmaciones: “Yo no veo a Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, instruyendo a la Secretaría de Educación Pública que dé información completa de la nómina magisterial o pidiéndole a esta dependencia las acciones que se han realizado para la recuperación de aprendizajes o resultados concretos de mejora de aprendizajes con la Nueva Escuela Mexicana”.
El especialista expresó que el desaparecer a los organismos autónomos no representa de ninguna manera la consolidación de la democracia, sino un “disfraz con apariencia de ser democrático”.
“Vamos hacia una menor rendición de cuentas, a un mayor control del gobierno, a más errores en la política pública, porque no va a haber ojos externos con indicadores que den cuenta de los errores, de las malas prácticas que se cometan en las implementaciones de políticas públicas y, en el fondo, a un peor gobierno”, enfatizó.
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Jacqueline Peschard, excomisionada del instituto federal de transparencia, que años después se convirtió en Inai, aseguró que con la eliminación de esas organizaciones se pierde la posibilidad de que se vele y se garantice el interés ciudadano y no el del gobierno.
“Esos organismos podían vigilar a las distintas dependencias y entidades del gobierno que generan información y esa información como lo establece la Constitución, es de nosotros los ciudadanos y no de los funcionarios que la elaboran esa información. Ahora lo que pasará es que cuando solicitemos datos de alguna institución no nos las quieran entregar completa o actualizada, poco o nada podremos hacer”.
Peschard está convencida de que con la eliminación de esos organismos también pierde el gobierno federal al no contar con indicadores fidedignos para cambiar el rumbo de sus políticas públicas.
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“Definitivamente, también pierde el gobierno. Pues no contará con mediciones ni evaluaciones para poder corregir sus prácticas, para poder ver de qué manera mejoran, Y no tendrán a nadie que los esté vigilando”, añadió.
“Quieren evitar críticas, llamadas de atención, evaluaciones concretas, datos duros, para decir que todo funciona a la perfección. Lo que quieren es un discurso para decir aquí hay libertad de expresión, aquí hay mejor educación, aquí hay transparencia del pueblo, etcétera”, menciona.
El expresidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backhoff Escudero, indicó que fue durante los gobiernos del PAN cuando se crearon varios institutos autónomos, y en épocas de la 4T cuando quedan reducidas a cenizas.
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“Esto para mí es un retroceso profundo y grave, porque lo que vamos a tener es un déficit en términos de los derechos de los ciudadanos. Igual va a pasar en términos del acceso a la información.
“¿Por qué nacen los autónomos? Porque el gobierno no cumplía adecuadamente su función. ¿Por qué con este gobierno desaparecen? Para tener el control de la información y evitar cualquier tipo de golpeteo”, explicó.
Backhoff Escudero agregó que en materia educativa no se sabrá el impacto que tuvo la pandemia de Covid-19 en los aprendizajes de los estudiantes, ni mucho menos la eficacia de la Nueva Escuela Mexicana.
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“¿Qué te va a decir el gobierno? Pues que todo está funcionando maravillosamente , cuando ya sabemos que no es así. Con todo esto retrocedimos a las épocas de la hegemonía priista”, concluyó.