El 5 de mayo de 1862 en los cerros de Loreto y Guadalupe tuvo lugar la batalla de Puebla, nuestras tropas comandadas por el general Ignacio Zaragoza y compuestas por 2 mil soldados y 2 mil 700 campesinos armados con machetes y chinacas triunfaron sobre el ejército francés, la victoria se consideraba improbable debido a la diferencia de equipamiento y preparación de los combatientes.
“Las armas nacionales se han cubierto de gloria” fue el informe que dio el general Zaragoza al presidente Benito Juárez, el triunfo en la batalla de Puebla se recuerda por la tenacidad y decisión del ejército mexicano reforzado con el 6o. Batallón de la Guardia Nacional del Estado de Puebla que estaba integrado por hombres de origen indígena provenientes de la sierra de Puebla.
Esta celebración, que es muy importante para las y los poblanos, traspasó las fronteras de nuestro país y se convirtió en una conmemoración y festividad importante en los Estados Unidos; comenzó como una celebración en Texas, y fue una manera en la que los mexicanos que permanecían en ese territorio se conectaban con sus raíces.
Con el paso de los años, la celebración fue cobrando fuerza en la Unión Americana, a mediados del siglo pasado los mexicanos la adoptaron como una forma de promover el orgullo entre los mexicano-estadounidenses, el mensaje antiimperialista del triunfo del ejército mexicano genera un gran impacto en los estadounidenses de origen mexicano.
La comunidad latina es la minoría más importante en Estados Unidos, de acuerdo con el censo de 2020, los latinos representan el 18.9% de la población, es decir, 62.1 millones de personas, los latinos se identifican con la victoria de la batalla de Puebla, ya que ellos, al igual que los mexicanos que enfrentaron a los franceses en los fuertes de Loreto y Guadalupe, son aguerridos, comprometidos y obtienen sus triunfos gracias a su esfuerzo.
El 5 de mayo, hoy en día, en Estados Unidos es una fiesta bicultural, los angloamericanos se han integrado a la celebración y esta les ha permitido conocer nuestra cultura ampliamente; en el festejo rompen piñatas, comen tacos y se toma tequila, pero también se llevan a cabo festivales, desfiles y actos culturales que enorgullecen a nuestros paisanos.
Este año tuve el honor de participar en estas festividades en la ciudad de Nueva York, en donde tuve la oportunidad de conocer y agradecer a paisanas y paisanos que gracias a su trabajo han logrado establecerse en el país vecino, quienes además han formado una sólida comunidad de apoyo para los migrantes.
Desde el Senado de la República buscaremos la realización de políticas que permitan reconocer y agradecer el esfuerzo de los connacionales en Estados Unidos, quienes fortalecen a nuestro país a través del envío de remesas a sus familiares, más de 30 mil millones de dólares al año.
Sin duda, su trabajo no sólo beneficia a los suyos en nuestro territorio también es un motor importante para la economía de todas y todos los mexicanos.
Senador de la República