Washington.— Donald Trump amenazó a los países que sigan comerciando con Irán tras el restablecimiento de sanciones, que calificó como “las más duras” jamás aplicadas, que provocan desde hace días inquietud en la sociedad iraní y por las que Moscú se declaró “profundamente decepcionado”.

En Irán, el rechazo a estas sanciones es general. Estados Unidos decidió imponer medidas punitivas a la República Islámica luego de anunciar en mayo su retiro unilateral del acuerdo del programa nuclear iraní, alcanzado en 2015 con las grandes potencias.

El presidente iraní, Hasan Rohani, acusó a Washington de “querer lanzar una guerra sicológica contra la nación y provocar disensiones” entre los ciudadanos del país.

El objetivo “no es un cambio de régimen, pero queremos ejercer de verdad una presión máxima sobre el gobierno” iraní, defendió John Bolton, asesor para la Seguridad Nacional del presidente Trump, al ser entrevistado por Fox News.

“Queremos ver un retroceso mucho más amplio de Irán en su apoyo al terrorismo internacional, su actividad militar belicosa en Medio Oriente y sus programas de misiles balístico y asociados al [sector] nuclear”, añadió.

En Moscú, la cancillería rusa se declaró “profundamente decepcionada” por las medidas de Washington y afirmó que harán “todo lo necesario” para proteger el acuerdo nuclear con Irán y sus lazos económicos.

“Estas son las sanciones más mordaces jamás impuestas, y en noviembre aumentan a otro nivel”, escribió Trump en Twitter. “Cualquiera que haga negocios con Irán NO los hará con Estados Unidos. Estoy pidiendo la PAZ MUNDIAL, nada más”, agregó.

Esta primera ronda de sanciones estadounidenses incluye bloqueos a las transacciones financieras y a las importaciones de materias primas, así como medidas para impedir las compras en el sector automotor y en la aviación comercial. Una segunda tanda, en noviembre, apuntará hacia el sector energético.

Para Ali Vaez, investigador del gabinete International Crisis Group (ICG), abandonar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní y restablecer las sanciones contra Teherán es “uno de los mayores errores de la política exterior estadounidense desde la guerra de Irak”.

Estas sanciones acentuarán el deterioro de la maltrecha economía iraní, que sufre de una alta tasa de desempleo y una importante inflación. La moneda iraní, el rial, ya perdió casi dos tercios de su valor desde que Trump anunció su decisión.

Rohani, que apostó todo al acuerdo nuclear y a una política de apertura hacia Occidente, consideró “sin sentido” mantener negociaciones a la sombra de las sanciones impuestas “a los niños iraníes, a los enfermos y a la nación”.

El lunes, Trump dijo estar “abierto a alcanzar un acuerdo más amplio que aborde toda la gama de actividades malévolas del régimen, incluido su programa de misiles balísticos y su apoyo al terrorismo”, pero instó a Teherán a cambiar “su comportamiento amenazante y desestabilizador”.

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