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Washington.— En sus primeras medidas importantes sobre el control de las armas de fuego desde que asumió el cargo, el presidente estadounidense Joe Biden anunció media docena de órdenes ejecutivas con las que busca frenar la violencia armada que describió como “epidemia y vergüenza a nivel internacional” y que sólo ayer dejó al menos siete muertos.
“La idea de que tengamos a tanta gente muriendo en un solo día por violencia con armas de fuego en Estados Unidos es una tacha en nuestro carácter como nación”, aseveró Biden en declaraciones en la Casa Blanca.
Al evento acudieron integrantes de las familias de los niños que perdieron la vida en la masacre ocurrida en una escuela de Sandy Hook, Connecticut, en 2012, y en el tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, en 2018.
Biden anunció seis decretos para intentar abordar el problema y presentó un plan limitado para prevenir la propagación de las llamadas “armas fantasma”, de fabricación artesanal, a veces con impresoras 3D, que son imposibles de rastrear en caso de ser utilizadas en un crimen.
También propuso aumentar las regulaciones para los soportes de brazo diseñados para estabilizar el arma, un dispositivo usado por el sospechoso del tiroteo de Colorado que dejó 10 muertos. El mandatario se comprometió a apoyar a las agencias implicadas en la lucha contra este tipo de violencia y encargó un reporte exhaustivo sobre el problema.
El presidente indicó que sus propuestas son sólo un punto de inicio y llamó al Congreso a legis- lar para parar la violencia armada. “Cada día en este país 316 personas son disparadas, cada día. 106 de estos mueren a diario”, dijo.
“El futbol lo arruinó”
Ayer se informó que cinco personas, entre ellas dos niños y un médico prominente, murieron en un tiroteo en el interior de una vivienda en Rock Hill, en Carolina del Sur. El atacante fue identificado como el exjugador de la NFL Phillip Adams, quien se suicidó el jueves por la mañana. Una sexta persona fue hospitalizada con heridas de bala.
Alonzo Adams, a quien la estación de TV WCNC identificó como el padre de Adams, le dijo a un periodista que su hijo “era un buen niño. Creo que el futbol lo arruinó”. Agregó que estaban orando por las víctimas y que su hijo “no hablaba mucho y no molestaba a nadie”. Alonzo contó también que el médico asesinado, Robert Lesslie, lo atendió en el pasado, pero dijo desconocer por qué su hijo lo mató.
En otro caso, por la tarde, al menos una persona murió y otras cinco resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad, en un tiroteo en un parque industrial en Bryan, Texas. Las autoridades dijeron que un sospechoso está detenido. La policía cree que el atacante es un empleado de una empresa de fabricación de cabañas, que fue escenario del tiroteo.
Un policía estatal al que le dispararon mientras perseguía a un sospechoso se encontraba en estado grave pero estable, según el Departamento de Seguridad Pública de Texas.