El viernes de la semana pasada, en horas de la madrugada, las autoridades en la ciudad de Loveland, Colorado, tuvieron que acudir a un concesionario de carros para apagar un incendio provocado por una especie de bomba o coctel molotov.

De acuerdo con la policía local, se trata del quinto ataque de este tipo contra el mismo concesionario en menos de dos meses, sin contar las piedras que le han lanzado o las calcomanías pegadas a algunos autos en los que se lee “nazi” y otros insultos.

Y es que el caso de Loveland, pese a lo extremo que suena, no es aislado.

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Desde que asumió la presidencia y nombró a , el dueño de Tesla, como director del Departamento para la Eficiencia Gubernamental (DOGE), se han venido registrando incidentes similares a lo largo y ancho del país.

De acuerdo con un informe del diario The Washington Post, van por lo menos 15 graves, mientras que se han contado decenas de casos de vandalismo contra vehículos Tesla, así como concesionarios y estaciones de carga eléctrica de la marca.

Ataques a Tesla, expresión de antipatía

Aunque el malestar de ciertos sectores contra Musk venía creciendo desde el año pasado dado el enorme rol del magnate en la campaña presidencial de Trump -gastó cientos de millones de dólares y fue uno de sus simpatizantes más vocales- sus recientes acciones como cabeza del DOGE exacerbaron una antipatía que se extendió a la vida real.

Este lunes, de hecho, varias estaciones cerca de Boston también fueron incendiadas. Y lo mismo ocurrió en Littleton, Massachusetts la semana pasada.

En Maryland, hace pocos días, vándalos pintaron una cruz esvástica a la entrada de otro concesionario, mientras que en Oregon un hombre usó su rifle semiautomático para disparar contra una tienda que vende estos mismos autos.

A su vez, este sábado hubo otra manifestación no violenta contra Tesla en una de sus tiendas de Manhattan, Nueva York donde cientos de opositores permanecieron varias horas gritando “Nadie votó por Musk”, “Fuera con los oligarcas” y “Mandemos a Musk a Marte”.

Vehículos Tesla vandalizados en una concesionaria en EU. FOTO: CAPTURA
Vehículos Tesla vandalizados en una concesionaria en EU. FOTO: CAPTURA

Propietarios de Tesla los venden

Y en Virginia, varios han reportado daños contra sus carros Tesla que van desde huevos en el parabrisas hasta rallones o calcomanías despectivas pegadas en las puertas.

“Yo uso mi carro Tesla, un ciber camión, para promover mi negocio. Pero desde hace algunas semanas cada vez que salgo me encuentro el carro con un nuevo letrero donde me acusan de nazi. Y, como el nombre de mi sitio web está en el carro, también han entrado a la página para dejar comentarios negativos”, le contó a este diario John, un residente del área de Washington que pidió excluir su apellido para evitar más represalias.

John, detalló que decidió no volver a sacar su Tesla a la calle y que, incluso, está considerando venderlo “porque me está generando más problemas que ventajas”, puntualizó.

De hecho, como él son muchas las personas que están optando por cambiar de Tesla, pues lo que antes era visto como un gesto de solidaridad con el medioambiente, ahora se ha tornado en algo negativo.

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“Me da pena salir en ese carro. De ser visto como ‘verde’, ahora se convirtió en un símbolo de la extrema derecha y los ideales ultraconservadores que defiende Musk”, le decía al diario The New York Times una persona entrevistada a la salida de un concesionario donde “canjeó” su Tesla por otro carro eléctrico.

Ventas de Tesla en Europa se desploman

La ira contra Musk parece haber cruzado el Atlántico, donde también se vienen registrando actos de vandalismo contra los carros y campañas que piden no comprar más Tesla.

En particular, desde que el magnate optó por inmiscuirse en la política del viejo continente promoviendo candidatos de extrema derecha y ultranacionalistas.

De hecho, las ventas de carros Tesla en Europa están en caída en libre. Según datos de la industria, un 76 por ciento en Alemania y otro 26 por ciento en Francia solo durante el último mes.

En general, los números contables de la empresa también vienen en picada. Este lunes, el valor de las acciones de Tesla cayó un 15% adicional al 35% de descenso que se registraba desde diciembre, lo cual las ubica en su punto más bajo desde la elección de Trump en noviembre del año pasado, marcando multimillonarias pérdidas para Tesla que ya suman más de 700 mil millones de dólares.

Toda una ironía, pues los inversionistas le apostaban a un fortalecimiento de las acciones gracias a la asociación de Musk con Trump y las promesas de desregulación del mercado.

Sin embargo, el ambiente no puede ser más opuesto cuando la mayoría de los empresarios –algunos en público y otros en privado- consideran que el activismo de Musk le está causando un daño irreparable a la marca y a la empresa.

“El efecto de todos estos incidentes vandálicos es que ahora mucha gente se la va a pensar dos veces antes de comprarse un Tesla, pues se volvió un tema político con el que, probablemente, no quieren ser asociados. Una salida fácil es que, o Musk renuncie al Gobierno o que renuncie a Tesla. Pero, permanecer en las dos esferas es insostenible”, afirma Ross Gerber, un inversionista de vieja data en Tesla.

Para Nell Minow, vicepresidente de ValueEdge Advisors y otro inversionista en Tesla, Musk le ha causado mucho daño a la percepción de la compañía al hacer públicas sus ideas políticas.

Desde su perspectiva, esto terminó excluyendo al grueso de sus compradores de sus carros: personas preocupadas por el cambio climático y dispuestos a pagar extra por un carro eléctrico.

Sin embargo, no todos piensan lo mismo. Dan Ives, director global de investigación tecnológica en Wedbush Securities, cree que, si bien la relación entre Musk y Trump ha generado “grandes preocupaciones de marca para Tesla”, a la larga, la empresa saldrá beneficiada.

“Algunos de estos problemas son distracciones que van a desaparecer. Lo mejor que les ha pasado a Musk y Tesla fue que Trump llegara a la Casa Blanca, ya que esto creará un entorno desregulatorio con una hoja de ruta federal autónoma que es central para la visión estratégica de Tesla”, afirma Ives.

Este martes, Trump decidió comprar un Tesla, en una muestra de apoyo a Musk.

Si bien Trump no maneja su propio carro, pues se traslada en los que le aporta el Servicio Secreto, su acción fue más bien un mensaje a sus simpatizantes para que compren vehículos Tesla y sostengan la caída de la empresa.

El presidente, de paso, ya dejó claro que lo piensa respaldar de otras formas, como con la compra de 400 “ciber camiones” destinados para las Fuerzas Armadas.

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