Una sargento que acunó a un bebé en sus brazos en el aeropuerto de Kabul y publicó en las redes sociales que amaba su trabajo. Un joven esposo con un hijo en camino. Otro hombre que siempre quiso estar en el ejército. Un hombre que planeaba convertirse en ayudante del sheriff cuando terminara su despliegue. Han surgido detalles desgarradores sobre algunos de los 13 soldados estadounidenses muertos en un horrible atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, en Afganistán, que también se cobró la vida de más de 160 afganos.
La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden buscará oportunidades para honrar a los miembros del servicio que perdieron la vida. Estas son algunas de las víctimas:
Nicole Gee, de 23 años: Una semana antes de que muriera en el atentado, la sargento acunó a un bebé en sus brazos en el aeropuerto de Kabul. Ella publicó la foto en Instagram y escribió: “Me encanta mi trabajo”. Una de las imágenes en sus redes la muestra radiante con su meritorio ascenso a sargento.
Rylee McCollum: un infante de Marina, de 20 años, y nativo de Bondurant, Wyoming, estaba casado y su esposa está esperando un bebé en tres semanas, dijo su hermana Cheyenne McCollum.
El cabo Kareem Mae’Lee Grant Nikoui, de 20 años, de Norco, California, envió videos a su familia horas antes de morir, mostrándose interactuando con niños en Afganistán. En un clip, le pidió a un niño que lo saludara.
El cabo Jared Schmitz (20 años) creció en el área de St. Louis y estaba entre un grupo de marines enviados de regreso a Afganistán para ayudar con los esfuerzos de evacuación, dijo su padre Mark Schmitz a KMOX Radio. “Esto era algo que siempre quiso hacer, y nunca vi a un joven entrenar tan duro como él para ser el mejor soldado que podría ser”.
El sargento Taylor Hoover, de 31 años, de Utah, había estado en la Infantería de Marina durante 11 años y fue recordado como un héroe que murió sirviendo a los demás, dijo su padre Darin Hoover.
El cabo Daegan William-Tyeler Page, de 23 años, sirvió en el 2.° Batallón, 1.° Regimiento de la Infantería de Marina con sede en Camp Pendleton, California, y planeaba ir a la escuela de oficios y posiblemente convertirse en liniero después de que terminara su alistamiento, informó su familia a través de un comunicado.
El sargento del ejército, Ryan Knauss (23 años), fue recordado como un hombre motivado que amaba a su país y estaba ansioso por regresar a Estados Unidos y finalmente mudarse a Washington, DC.
Hunter López, de 22 años, cuyos padres trabajan en el Departamento del Sheriff del condado de Riverside en el sur de California, fue explorador del alguacil durante tres años antes de unirse a la Infantería de Marina en septiembre de 2017, expuso el alguacil Chad Bianco.
David Lee Espinoza, de 20 años, un infante de Marina de Laredo, Texas, se unió al ejército después de la escuela secundaria y su madre lo recordaba como un héroe