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La masacre del domingo pasado en Las Vegas evidenció la necesidad de regular las armas en Estados Unidos. Laura Cutilleta, directora del Centro Legal para la Prevención de la Violencia de las Armas y de la fundación Estadounidenses por Soluciones Responsables, dice a EL UNIVERSAL que es posible, y urgente.
¿Existe alguna opción de que este tiroteo pueda cambiar algo en relación al control de armas?
—A veces tragedias terribles como estas sirven de llamada de alerta a los legisladores para levantarse contra la Asociación Nacional del Rifle (NRA, principal grupo del lobby armamentístico de EU). Por ejemplo, tras el horroroso tiroteo en Sandy Hook [primaria de Newtown, Connecticut, en la que en 2012 mataron a 27 personas, entre ellas 20 niños de entre 6 y 7 años], varios estados promulgaron más de 200 leyes de armas. No hay duda de que los legisladores con coraje van a trabajar para promulgar leyes y mantener a sus ciudadanos seguros. Desafortunadamente, otros se echarán para atrás cuando tengan que enfrentar al lobby de las armas.
¿Es posible enfrentarse y derrotar el poder de la NRA?
—Absolutamente. Vamos a derrotar al lobby de las armas porque es lo que la gente quiere. Los estudios demuestran que leyes de armas fuertes funcionan, y la mayoría de la gente lo reconoce. Algunos legisladores incluso se han levantado contra el lobby de las armas y muchos más tendrán el coraje de hacerlo a medida que sus constituyentes se lo exijan. Eso pasará y ya está pasando. Además, hay más recursos en este movimiento que en el pasado.
¿Cómo se organiza el trabajo contra este lobby?
—Se han formado nuevos grupos, como el de Estadounidenses por Soluciones Responsables, fundado por la ex congresista Gabrielle Giffords [víctima de un tiroteo] y su marido, el ex astronauta Mark Kelly. Nosotros, el Centro Legal para la Prevención de la Violencia de las Armas, nos hemos fusionado con ellos y juntos estamos trabajando para cambiar la conversación sobre la violencia de las armas en EU y ayudar a los legisladores a entender que el lobby de las armas no es tan poderoso como nos hacen creer.
¿Cree que la opinión pública está cada vez más a favor de controlar el acceso a las armas y exigir a los legisladores que actúen?
—En los últimos años, a pesar de los legisladores, la opinión pública está pidiendo leyes más duras. Los ciudadanos estadounidenses son cada vez más conscientes y están dispuestos a expresarse y pedir leyes más duras.
¿Cree que el presidente Donald Trump quiere o podría promover algún cambio en esta materia?
—Es difícil predecir qué políticas va a apoyar el presidente. A pesar de eso, los legisladores estatales no necesitan esperar al Congreso o al presidente Trump para actuar: pueden proteger a sus residentes con leyes de armas estatales más duras y no necesitan esperar al gobierno federal. Es por eso que muchos estados, como California, ya lo han hecho.
¿Qué hace falta para reducir o eliminar la violencia de las armas en Estados Unidos?
—Las leyes de armas funcionan. Estudios académicos lo demuestran... Hay una fuerte correlación entre la tasa estatal de muertes por armas y la dureza de las leyes de armas de un estado. Los estados con leyes de armas más duras tienden a tener tasas de muertes por armas más bajas, y viceversa.
¿Cuál es su mensaje en días así?
—No tenemos que aceptar días como estos como algo normal o inevitable. Hay soluciones y ya sabemos cuáles son. Podemos reducir el número de muertos y heridos por armas, podemos reducir el número de tragedias, necesitamos hacer caso a los estudios, ignorar la retórica y hacer que nuestros líderes se hagan responsables. Así salvaremos vidas.