Bruselas.— La posible desaparición de la orden que permite la rápida expulsión de migrantes de las fronteras terrestres estadounidenses, denominada Título 42, triplicará los cruces diarios en las fronteras de México, anticipa la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El último reporte de UNICEF sobre la situación humanitaria en México, que abarca del 1 al 29 de abril, sostiene que la suspensión de la medida introducida hace más de dos años, “probablemente resultará en un fuerte aumento de los cruces en las fronteras”.
“Las estimaciones calculan que el ritmo actual [de los cruces] se triplicará, con escenarios que van de 12 mil a 18 mil llegadas por día, lo que ejercerá una gran presión en la infraestructura y capacidad de procesamiento en la frontera mexicana”.
Leer también: México detiene a más migrantes que nunca
En 2020, el entonces presidente Donald Trump activó la ley que faculta a las autoridades federales de salud prohibir el ingreso de migrantes al país para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas, en ese caso el Covid. Los migrantes han sido devueltos a México sin tomar en consideración su petición de asilo.
La administración de Biden había planeado inicialmente desactivar el Título 42 el 23 de mayo, pero un juez federal de Mississippi ha suspendido momentáneamente el proceso.
Además de la presión que el fin del Título 42 generará en la frontera, UNICEF denuncia que “los hechos violentos en las zonas fronterizas del país continúan”.
Sostiene que el mes pasado fue asesinado el delegado del Instituto Nacional de Migración, en Janos, Chihuahua, Lorenzo Gabriel Pico Escobar; mientas que siguen los enfrentamientos entre migrantes y agentes de la Guardia Nacional en Tapachula, Chiapas, por falta de libre tránsito hacia Estados Unidos.
A la agencia de las Naciones Unias le preocupa también el tema de la capacidad de los albergues. La ONU pone los reflectores sobre el panorama humanitario en Chiapas, Guerrero y Michoacán. En las dos principales entradas fronterizas del sur, Ciudad Hidalgo y Talismán, no hay condiciones para albergar a niños, en tanto que en las estaciones migratorias, incluyendo la de Tapachula, necesitan agua potable y centros de lavado.
“Guerrero y Michoacán son dos estados clave que son fuente de desplazados internos que viajan hacia el norte. Se estima que 85% de los espacios de los refugios en la frontera norte están ocupados por desplazados internos mexicanos”. Sin embargo, falta de acceso a educación, servicios de salud, oportunidades para el desarrollo y el trabajo, así como mecanismos de prevención y respuesta a la violencia, en particular para evitar el reclutamiento forzado de niños y adolescentes por parte del crimen.