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Beirut.— Siete años después del estallido del conflicto en Siria, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) recordó ayer que los menores son las principales víctimas de la guerra y alertó que en los dos primeros meses de este año al menos un millar de ellos han fallecido y resultado heridos. Mientras que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos indicó que suman más de 350 mil muertos por la guerra, entre ellos 105 mil civiles.
El año en el que murieron más niños en Siria fue 2017, desde el estallido del conflicto en 2011, con 50% más de fallecidos que en 2016, según Unicef, aunque la organización humanitaria no dio cifras.
En una rueda de prensa en la capital libanesa, Beirut, representantes de Unicef señalaron que 360 niños resultaron heridos en 2017 y muchos de ellos sufrieron lesiones permanentes, como la amputación de extremidades por explosiones de bombas y otros artefactos. El informe de Unicef indicó, además, que actualmente hay 86 mil personas en Siria que sufrieron la amputación de algún miembro a raíz de la guerra.
El organismo de la ONU advirtió que el número de heridos podría ser mayor, porque sólo ha podido verificar los casos arriba mencionados, como el de Sami, de 14 años, originario de la ciudad siria de Deraa y refugiado actualmente en Jordania, y quien perdió sus dos piernas por el impacto de un proyectil junto a su vivienda.
Precisamente, el uso de armas explosivas y los ataques indiscriminados contra áreas muy pobladas hace que los niños sean un cuarto de los muertos en Siria, donde 3 millones de menores están amenazados por las minas y otros artefactos explosivos. Unicef alertó también que la situación de los civiles en la asediada Guta Oriental, en los alrededores de la capital, Damasco, es aún peor, ya que de los 200 mil niños que viven allí junto a sus padres, 40% ya sufre desnutrición crónica.
El próximo jueves, es el séptimo aniversario del estallido de la guerra en Siria y según el último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos al menos 353 mil 935 personas han muerto en este tiempo.
El observatorio señaló que en esta cifra están incluidas las víctimas cuya muerte fue documentada. Por eso, estima que los fallecidos deben superar los 500 mil.
A la vez, las organizaciones de ayuda estiman que más de 1.5 millones de personas en el país tienen secuelas permanentes físicas o emocionales y más de la mitad de la población vive refugiada en el extranjero o se encuentra desplazada dentro de Siria.
En tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó ayer a todos los involucrados a cumplir con la tregua demandada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para permitir la evacuación inmediata de enfermos y la entrega de ayuda. “No podemos abandonar al pueblo sirio”, señaló y añadió: “Me niego a abandonar la esperanza de ver a Siria resurgir de las cenizas”.