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La erupción de un volcán es consecuencia del aumento de la temperatura en el magma que se encuentra en el interior del manto terrestre, pero un terremoto también puede ser una de las causas, explicó en una entrevista con Efe el vulcanólogo salvadoreño Carlos Demetrio Escobar.
El experto señaló que al producirse un movimiento telúrico se libera una gran cantidad de energía, lo que puede provocar que el reservorio magmático -cavidad donde se acumula roca fundida- de un volcán activo cobre "más potencia" y por consecuencia se produzca una erupción.
Escobar sostuvo que los enjambres sísmicos también pueden, de cierta forma, provocar una erupción volcánica, pero en la mayoría de los casos, cuando este tipo de fenómeno se produce cerca de cualquier cordillera volcánica puede ser indicio de que un volcán está activo.
Según explicó el experto, un volcán activo es aquel que tiene la potencia de hacer erupción y que ha presentado otras erupciones en tiempo histórico, es decir, en los últimos 500 años.
Si bien el hecho de que un terremoto pueda ocasionar la erupción de un volcán, en el país centroamericano no se registra ningún caso, a pesar de que es altamente sísmico y cuenta con seis volcanes activos.
El Salvador cuenta con más de 20 volcanes, pero los que están activos que son el de Izalco, en Sonsonate (oeste); el Chinchontepec, en San Vicente (centro), el de San Salvador, el Lamatepec, en Santa Ana (noroste), la Caldera, en Ilopango (este) y el Chaparrastique, en San Miguel (este), que hizo erupción en diciembre de 2013.
Escobar aseguró que en el país no se ha visto una reacción inmediata de erupción volcánica tras un terremoto, sin embargo es una situación que no se descarta.
Ello, tomando en cuenta que "uno de los seis volcanes activos en cualquier momento pueden hacer erupción ya sea a consecuencia de un terremoto o por sus propias características".
El experto también apuntó que El Salvador, junto a gran parte de países de América, se encuentra en el cinturón de Fuego del Pacífico, una de la zonas con mayor vulcanismo, después de Indonesia.
El vulcanólogo recalcó que no es posible predecir cuándo un volcán hará erupción, "porque la naturaleza no obedece a estadísticas", pero en el momento que una estructura geológica (volcán) presenta estruendos con cierta periodicidad, aumenta la cantidad de gases y la temperatura del magma es "probable que se presente una erupción".
Escobar aseguró que la nación salvadoreña está técnicamente preparada y en capacidad para enfrentar las consecuencias de una erupción volcánica.
Pero además indicó que es preciso que la población, en vez de preocuparse, se prepare, lea sobre el fenómeno y se "abastezca" de información para estar atentos y actuar.
"En cierta medida estamos preparados para enfrentar una erupción volcánica pero aún hace falta más trabajo, sobre todo de prevención para afrontar este tipo de catástrofe", manifestó.
La última erupción volcánica que se produjo en este país centroamericano fue la del Chaparrastique, en diciembre del 2013, el cual expulsó una enorme columna de ceniza que se expandió a varias zonas del país, sin que se registraran víctimas mortales ni daños materiales severos.
Después de esta erupción, la primera en muchos años, Protección Civil emitió una alerta naranja (vigilancia) que se mantiene permanente en las faldas de este volcán, que se localiza cerca de la ciudad de San Miguel, departamento del mismo nombre, a unos 138 kilómetros al este de la capital salvadoreña.