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Jacques C., uno de los hombres que se sientan en el banquillo en Aviñón por haber abusado sexualmente de Gisèle Pelicot, negó el delito de violación e insistió en que tiene "un profundo respeto por las mujeres".
Ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse que lo juzga con otros 50 hombres por haber violado a Gisèle Pelicot, que estaba bajo los efectos de los ansiolíticos que le daba su marido, reiteró su línea de defensa de que le hizo tocamientos, pero ninguna penetración.
Para sostener esta posición, la defensa hizo que se proyectaran tres vídeos -por primera vez en el juicio- en los que se veía a Jacques C. y al marido de Gisèle Pelicot, Dominique, en una cama junto a la víctima que estaba claramente dormida, puesto que se escuchaban sus ronquidos, y con la boca abierta.
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Uno de ellos, de unos cinco minutos de duración, mostraba cómo el primero manoseaba y besaba diferentes partes del cuerpo de la mujer, en particular sus pechos y la vagina.
La grabación sirvió de base para debatir si hubo penetración vaginal, algo que Jacques C. había admitido en el momento de ser detenido, pero que luego ha negado, una forma de evitar el reconocimiento del delito de violación agravada que le podría acarrear una pena de hasta 20 años de cárcel.
Dominique Pelicot, que estaba presente en esos hechos, aseguró este jueves que hubo cunnilingus y penetración digital.
Uno de los momentos más extravagantes fue, antes de la proyección de los vídeos, cuando el presidente del tribunal, Roger Arata, preguntó a Jacques C. que precisara qué era eso que decía de que hizo un cunnilingus sin la lengua.
La respuesta del acusado fue que le había dado besos en las bragas, si bien esta versión quedó en entredicho en el vídeo que había pedido proyectar su propio abogado, Louis-Alain Lemaire, en el que se veía a Jacques C. apartarlas para acceder con la boca a la vulva durante un largo rato. Dominique Pelicot regaló al final de esa noche las bragas al hombre al que había invitado a abusar de su esposa.
En declaraciones a la prensa, Lemaire hizo hincapié en que las grabaciones habían mostrado "esencialmente caricias", pero "ningún acto de penetración, ni con la lengua, ni con los dedos ni con lo que sea. No hay absolutamente nada de eso".
Sin embargo, para la letrada de Dominique Pelicot, Béatrice Zavarro, "hay penetración digital y con la lengua".
"Un profundo respeto por las mujeres", dice acusado y pide perdón
Durante la proyección de los vídeos, la mayoría de los acusados bajaron la mirada para no ver las imágenes e incluso alguno de ellos se tapó los oídos. Gisèle Pelicot no mostró ninguna reacción particular y no apartó la mirada de la pantalla.
Jacques C. le pidió perdón y le dijo que esperaba "que su familia se reponga a todo esto".
El acusado, que tiene 72 años, se definió como bisexual, aunque siente más atracción por las mujeres, y practicante habitual del libertinaje.
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Sobre todo, quiso hacer hincapié en que tiene "un profundo respeto por las mujeres. Si mi exmujer estuviera aquí, diría 'le encantan las mujeres'. En toda su diversidad. Por tanto, tengo un enorme respeto por las mujeres".
Sobre la base de las investigaciones de la instrucción, se le reprocha haber violado a Gisèle Pelicot en la noche del 24 al 25 de febrero de 2020, siguiendo un esquema muy parecido al de los otros que se sientan en el banquillo.
Dominique Pelicot contactaba con ellos en una plataforma de encuentros y los invitaba a su casa para que tuvieran relaciones sexuales con su mujer, a la que previamente había atiborrado de ansiolíticos para anularle la voluntad, y los grababa en unos vídeos que son ahora la principal prueba de la acusación.
kicp/mcc