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Washington.— El presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió este miércoles con republicanos de la Cámara de Representantes para presionar por la aprobación de su plan fiscal.
Conservadores y centristas del oficialismo se oponen al presupuesto planteado por Trump, por diferentes razones: los conservadores, como Chip Roy y Lauren Boebert, por el impacto que el proyecto tendrá en el déficit federal (lo elevará en 3.3 billones de dólares, según estimaciones). Además, exigen recortes más profundos en el gasto.
Por la tarde, el diputado Tim Burchett dijo que se inclina a favor del megaproyecto de ley de Trump después de haber sostenido múltiples conversaciones con el presidente, quien apaciguó algunas de sus preocupaciones económicas.
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Warren Davidson, de Ohio, votó en contra del proyecto de ley de impuestos y gastos de Trump a finales de mayo. Ayer anunció que votará a favor. Los centristas están preocupados por los cambios que implica el plan para programas como Medicaid y el impacto que puede tener en las elecciones de medio término.
La Casa Blanca informó a los líderes republicanos de la Cámara de Representantes que Trump logró que los partidarios de la línea dura llegaran a una mejor posición, según una persona familiarizada con las discusiones, reportó CNN.
La representante Stephanie Bice publicó un video de ella y el representante Dusty Johnson saliendo de la Casa Blanca después de conversar con Trump.
“Creo que lo lograremos, aunque nos llevará un poco de tiempo”, dijo Johnson.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, se reunió en privado junto al Capitolio con miembros del Freedom Caucus de la Cámara, de línea dura, que exigen mayores recortes presupuestarios. Johnson elogió el progreso “muy positivo” logrado hacia la aprobación del proyecto, pero reconoció que no todos los republicanos de la Cámara estarán contentos con el paquete final.
“Cuando se tiene una pieza legislativa tan completa y con tantos temas en la agenda involucrados, habrá muchas prioridades y preferencias diferentes entre las personas porque representan diferentes distritos y tienen diferentes intereses”, dijo Johnson. El proyecto está en manos de la Cámara de Representantes, que debe conciliar la versión del Senado con la suya.
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Debido a la estrecha mayoría republicana en la Cámara frente a los demócratas (220-212), el partido del neoyorquino necesita tener a todos sus miembros presentes de cara a un voto final, algo que puede complicarse debido a la suspensión de los vuelos de varios legisladores por tormentas en el este del país. Trump sólo puede darse el lujo de que tres republicanos voten en contra.
El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, confirmó que todos sus colegas de bancada “votarán rotundamente no”.
Añadió que le parecen lamentables “los republicanos de la Cámara por seguir arrodillándose ante la agenda extrema de Donald Trump”. En un mensaje en Truth Social, Trump volvió a elogiar al que ha bautizado como “gran y hermoso proyecto de ley”, como “una de las piezas legislativas más exitosas jamás aprobadas”. “Republicanos, no se dejen presionar por los demócratas de izquierda radical. Tenemos todas las cartas y las vamos a usar”, insistió el mandatario.
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El paquete cumple con muchas de las promesas electorales de Trump: aumenta el gasto militar, financia una campaña de deportación de migrantes y moviliza 4.5 billones de dólares para extender su alivio de impuestos del primer mandato. Agencias y Redacción
