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Detroit.- Los expertos cuestionan el último esfuerzo del presidente Donald Trump para frenar la expansión de la carga de vehículos eléctricos en Estados Unidos.
En una carta del jueves por la noche, la administración Trump ordenó a los estados que dejaran de gastar dinero en infraestructura de carga de autos eléctricos, fondos que se les asignaron durante el gobierno del expresidente Joe Biden. Trump ha criticado la financiación federal para los cargadores de vehículos eléctricos como "un increíble desperdicio de dinero de los contribuyentes".
Es posible que la administración necesite una ley del Congreso para esto, y no está claro que la haya. Los líderes de la industria dicen que la demanda de los clientes seguirá impulsando el crecimiento de la red de carga, independientemente de la financiación federal.
La red de Supercargadores de Tesla, liderada por el director ejecutivo Elon Musk, ahora un miembro destacado del círculo íntimo de Trump, ha recibido millones de dólares a través del programa que acaba de ser suspendido, pero también tiene una enorme presencia de cargadores en todo el país. Tesla seguirá expandiendo su red independientemente del dinero federal, y probablemente seguirá beneficiándose de que sus competidores reciban menos fondos.
¿Qué está intentando hacer el presidente Trump con la carga de vehículos eléctricos?
En su primer día en el cargo, Trump suspendió miles de millones de dólares en fondos para la construcción a nivel nacional de cargadores rápidos para automóviles eléctricos que habían sido asignados a los estados a través del programa Fórmula Nacional de Infraestructura de Vehículos Eléctricos.
Luego, la Administración Federal de Carreteras, una agencia del Departamento de Transporte de Estados Unidos que administra los fondos de NEVI, les dijo el jueves a los estados que dejen de llevar a cabo sus planes a la espera de nuevas pautas. Es parte de un esfuerzo más amplio para desmantelar muchas políticas e incentivos ambientales implementados por la administración Biden.
Algunos estados, incluidos Alabama y Rhode Island, ya habían suspendido sus programas con la orden del día de la inauguración, pero la directiva del jueves es un impulso más de la administración Trump para detener los esfuerzos federales para electrificar las carreteras y reducir las emisiones del transporte que calientan el planeta.
La mayoría de los estados que actualmente tienen proyectos financiados por NEVI en marcha han recibido reembolsos del gobierno federal. Pero el nuevo memorando significa que los estados con proyectos en marcha, o aquellos que actualmente tienen contratos para ellos, tienen que detenerse de golpe y no saben si podrán continuar y solicitar el reembolso, ni cuándo.
¿Por qué es importante este esfuerzo para los conductores de vehículos eléctricos en EU?
NEVI se creó a través de la Ley de Infraestructura Bipartidista de la administración Biden, aprobada por el Congreso en 2021, para llenar los vacíos en la red de infraestructura de carga de vehículos eléctricos. Por ejemplo, antes, tal vez no hubiera sido lógico que una empresa privada instalara un cargador a lo largo de una carretera rural con poco tráfico en lugar de en una ciudad concurrida, por lo que esta financiación es un incentivo para electrificar esas regiones desatendidas.
NEVI también aborda la preocupación que tienen muchos compradores de automóviles por los viajes por carretera en los que las estaciones de carga están demasiado alejadas.
El programa NEVI otorga a los estados 5 mil millones de dólares en cinco años, pero han tenido problemas con demoras en los permisos, actualizaciones eléctricas complicadas y contrataciones.
Se estima que 3 mil 300 millones de dólares de financiación de NEVI ya han salido a los estados.
Desafíos legales para las estaciones de carga a lo largo de las carreteras
Este anuncio crea incertidumbre, dijo Ryan Gallentine, director general de la asociación empresarial Advanced Energy United.
“La mayor parte del dinero no adjudicado se encuentra en cuentas bancarias del Departamento de Transporte del estado, listo para ser gastado”, dijo Gallentine en un comunicado. Los estados no tienen ninguna obligación de detener estos proyectos basándose únicamente en este anuncio, dijo. “Hacemos un llamado a los DOT estatales y a los administradores del programa para que continúen ejecutando este programa hasta que se finalicen las nuevas pautas”.
Otros dicen que el esfuerzo seguramente provocará batallas legales.
“No hay base legal” para detener planes que ya han sido aprobados y financiados, dijo Andrew Wishnia, ex subsecretario adjunto de política climática del DOT que ayudó a redactar el programa NEVI.
De todas formas, Loren McDonald, analista jefe de Paren, una empresa que rastrea los datos de carga de vehículos eléctricos, enfatizó que las preocupaciones sobre la autonomía de los vehículos eléctricos persistirán. “Si no tienes un acceso conveniente ni en el lugar donde vives ni en el lugar donde trabajas o en el medio, ¿por qué comprarías un vehículo eléctrico? Simplemente no tiene sentido”, dijo.
El dinero que quedó después de que los estados cumplieron con sus obligaciones en las carreteras se destinó a llenar otros vacíos en la carga: áreas donde hay bajas tasas de vehículos eléctricos, incluidas áreas de bajos ingresos o áreas con muchos edificios de apartamentos donde es difícil para la gente cargar.
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¿Qué será lo próximo en materia de carga de vehículos eléctricos en las carreteras de Estados Unidos?
La construcción federal no es la única ni siquiera la principal iniciativa para construir puntos de carga para vehículos eléctricos en todo el país. Las empresas privadas han gastado miles de millones de dólares en esta infraestructura.
Los líderes de la industria afirman que la demanda de cargadores para vehículos eléctricos por parte de los conductores impulsará a las empresas a construir más de ellos. “Creo que la tendencia continuará. Tal vez se desacelere en los próximos cuatro años… pero va a continuar”, dijo Bassem Ammouri, director de operaciones de EV Connect, una importante plataforma de carga de vehículos eléctricos.
El temor de algunos es que retrasar la infraestructura de carga crítica podría tener un efecto dominó en la transición a los vehículos eléctricos, porque podría desacelerar las ventas, dijo Matt Stephens-Rich, director de programas del grupo no partidista Electrification Coalition.
“A medida que el mundo avanza hacia los vehículos eléctricos, cualquier desaceleración dejará a la industria automotriz estadounidense aún más rezagada”, dijo Stephens-Rich.
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