Washington.— Michael Cohen, ex abogado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se declaró culpable ayer de mentir al Congreso en la investigación sobre la injerencia rusa en las presidenciales estadounidenses, algo que el mandatario desestimó, acusándolo de ser “débil” y de buscar una reducción de su pena.

Durante una audiencia en una corte federal de Manhattan, Cohen, quien alguna vez aseguró estar dispuesto a recibir una bala para defender a Trump, admitió que ofreció falso testimonio ante un comité del Senado respecto a los planes de construir un hotel Trump Tower en Moscú, según Fox News, un proyecto que finalmente no se llevó a término.

Cohen admitió que se estuvo hablando del proyecto hasta agosto de 2017, cuando antes había dicho que el acuerdo se había interrumpido en enero de 2016, antes de las primeras primarias en Iowa.

Aseguró que intentó hasta junio de 2016 conseguir una autorización de las autoridades rusas y que habló del mismo con Trump más veces de lo que había reconocido originalmente, planeando incluso un viaje de Trump a Rusia.

De la imputación de la fiscalía especial, que encabeza Robert Mueller, se desprende que Cohen mintió sobre el viaje a Rusia con motivo de ese negocio, que dijo que no llegó a acordar y “nunca consideró” pedir a Trump, cuando en realidad sí que lo acordó y “tomó medidas” para un “posible” traslado del empresario a ese país. Además, negó ante los comités investigadores del Congreso haber logrado respuesta del Kremlin o algún contacto sobre el proyecto inmobiliario, pero de acuerdo con la declaración de ayer sí se relacionó en enero de 2016 con la oficina del secretario de Prensa del presidente ruso y habló con un miembro sobre ello.

El ex abogado de Trump admitió haber realizado testimonios escritos “falsos, ficticios y fraudulentos” al Congreso en agosto de 2017 en relación con ese proyecto. Sobre la razón por la que mintió, medios locales señalaron que Cohen declaró que lo hizo “para ser coherente con el mensaje político” de Trump y por “lealtad” hacia éste.

Trump restó credibilidad a quien fuera uno de sus hombres más cercanos durante años. Calificó a Cohen como una “persona débil y no muy inteligente” que miente para lograr “una reducción de condena”, recordó que la Torre Trump no se construyó en Moscú y descartó que los cargos contra su ex abogado guarden “relación alguna” con la compañía a su nombre.

Mueller imputó a Cohen por haber hecho “deliberadamente” declaraciones “falsas” a los comités de Inteligencia de las dos cámaras del Congreso que lo interrogaron. Se trata de la primera imputación que le hace Mueller, quien hasta ahora había derivado a la fiscalía federal otros cargos relativos al ex abogado, como los ocho delitos fiscales de los que se declaró culpable el pasado agosto, involucrando a Trump.

Para el cargo del que este jueves se declaró culpable, Cohen tiene programada la sentencia el 12 de diciembre y se enfrenta a un máximo de cinco años en prisión, una multa de 250 mil dólares y tres años de libertad vigilada a lo sumo. Dentro de dos semanas recibirá una sentencia por los cargos de los que se declaró culpable en agosto, de fraude y financiación irregular de campaña electoral por el pago a dos supuestas ex amantes del magnate para acallarlas de cara a los comicios de 2016. Por esos delitos es probable que enfrente entre tres y cinco años de prisión. Fue en agosto cuando decidió comenzar a colaborar con el equipo de Mueller.

Legisladores demócratas instaron en Washington a que la investigación de Mueller siga su curso sin impedimentos. “La investigación debe continuar , libre de la interferencia política del presidente”, dijo Mark Warner, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado.

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