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La administración Trump anunció el lunes que está pausando los arrendamientos para cinco proyectos eólicos marinos a lo largo de la Costa Este debido a lo que, según dijo, son riesgos para la seguridad nacional identificados por el Pentágono.
La pausa, efectiva de inmediato, es el último paso que ha tomado la administración para obstaculizar la energía eólica marina en su campaña contra las fuentes de energía renovable. Esto ocurre dos semanas después de que un juez federal anulara la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que bloqueaba los proyectos de energía eólica, calificándola de ilegal.
La administración declaró que la pausa dará tiempo al Departamento del Interior, que supervisa la energía eólica marina, para trabajar con el Departamento de Defensa y otras agencias para evaluar las posibles formas de mitigar cualquier riesgo de seguridad que presenten los proyectos.
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“El deber principal del gobierno de Estados Unidos es proteger al pueblo estadounidense”, afirmó el secretario del Interior, Doug Burgum, en un comunicado. “La acción de hoy aborda los riesgos emergentes para la seguridad nacional, incluida la rápida evolución de las tecnologías adversarias relevantes y las vulnerabilidades creadas por los proyectos eólicos marinos a gran escala cerca de nuestros centros de población en la costa este”.
El comunicado no detalló los riesgos para la seguridad nacional.
Los defensores de la energía eólica criticaron la medida, calificándola de otro golpe de la administración contra la energía limpia.
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La administración indicó que los arrendamientos están pausados para el proyecto Vineyard Wind en construcción en Massachusetts, Revolution Wind en Rhode Island y Connecticut, Coastal Virginia Offshore Wind, y dos proyectos en Nueva York: Sunrise Wind y Empire Wind.
El Departamento del Interior señaló que informes no clasificados del gobierno han encontrado desde hace tiempo que el movimiento de las enormes palas de las turbinas y las torres altamente reflectantes crean interferencias de radar llamadas “clutter”. El clutter causado por los proyectos eólicos marinos oscurece objetivos móviles legítimos y genera objetivos falsos en las cercanías de los proyectos eólicos, según el Departamento del Interior.
El experto en seguridad nacional y excomandante del USS Cole, Kirk Lippold, sostuvo que los proyectos recibieron permisos “tras años de revisión por parte de agencias estatales y federales”, incluyendo la Guardia Costera, el Centro de Guerra Submarina Naval, la Fuerza Aérea y más.
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“El registro muestra que el Departamento de Defensa fue consultado en cada etapa del proceso de permisos”, expresó, argumentando que los proyectos beneficiarían la seguridad nacional porque diversificarían el suministro energético del país.
La acción se produce dos semanas después de que una jueza federal anulara la orden ejecutiva de Trump que bloqueaba los proyectos de energía eólica, diciendo que el esfuerzo por detener prácticamente todos los arrendamientos de parques eólicos en tierras y aguas federales era “arbitrario y caprichoso” y violaba la ley.
La jueza Patti Saris, del Distrito de Massachusetts, anuló la orden ejecutiva de Trump del 20 de enero que bloqueaba los proyectos de energía eólica y la declaró ilegal.
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Saris falló a favor de una coalición de fiscales generales de 17 estados y Washington D. C., liderada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que impugnó la orden que pausaba los arrendamientos y permisos para proyectos de energía eólica.
Trump ha sido hostil hacia la energía renovable, particularmente la eólica marina, y prioriza los combustibles fósiles para producir electricidad.
Los defensores de la energía eólica calificaron las acciones de la administración como ilegales y aseguraron que la energía eólica marina proporciona una de las fuentes de energía eléctrica más asequibles y confiables para la red.
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“Durante casi un año, la administración Trump ha obstruido imprudentemente el desarrollo de energía limpia y asequible para millones de estadounidenses, justo cuando la necesidad de electricidad del país está aumentando”, aseveró Ted Kelly, del Fondo de Defensa Ambiental.
“Ahora la administración está bloqueando nuevamente de manera ilegal la energía limpia y asequible”, manifestó Kelly. “No deberíamos estar saboteando la mayor fuente de energía renovable de Estados Unidos, especialmente cuando necesitamos más electricidad barata y de producción nacional”.
Las acciones de la administración son especialmente equivocadas porque, al mismo tiempo, está apoyando plantas de carbón envejecidas y costosas “que apenas funcionan y contaminan nuestro aire”, afirmó Kelly.
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La Conservation Law Foundation, un grupo ambiental con sede en Boston, calificó la pausa como “otro intento fallido de la administración Trump de acabar con la energía eólica marina”, señalando que los tribunales ya han rechazado los argumentos de la administración.
“Intentar nuevamente detener estos proyectos, pisotea el Estado de derecho, amenaza empleos y sabotea deliberadamente una industria crítica que fortalece —no debilita— la seguridad energética de Estados Unidos”, expresó Kate Sinding Daly, vicepresidenta senior de derecho y política en la fundación.
ss
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