Ottawa.— Justin Trudeau anunció su renuncia como primer ministro de Canadá y dijo que se hará efectiva tan pronto como el gobernante Partido Liberal elija a un nuevo líder, tras meses de encuestas en caída y división interna.
“Voy a renunciar como líder del partido y como primer ministro, después de que el partido elija a su próximo líder”, dijo Trudeau a los periodistas en la capital, Ottawa.
Sin embargo, en un esfuerzo para dar tiempo a los liberales de encontrar un nuevo líder, solicitó, y obtuvo, de la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, que ejerce las funciones de jefa de Estado en representación del rey Carlos III británico —soberano de Canadá, una monarquía constitucional—, lo que se llama “prorrogación del Parlamento”, una controvertida estrategia por la cual las sesiones parlamentarias se suspenden hasta el 24 de marzo (debía regresar el 27 de enero).
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En ese lapso, Trudeau espera que los liberales elijan nuevo líder en lo que adelantó será un “proceso competitivo y riguroso a nivel nacional”. Con ello, busca dejar al partido listo de cara a lo que viene: el Partido Conservador, con el populista Pierre Poilievre al frente, había amenazado con impulsar una moción de confianza en cuanto el Parlamento volviera a sesionar. Trudeau sabe que, en marzo, lo primero que hará Poilievre es insistir en la moción para tratar de destituirlo o al menos forzarlo a disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas (actualmente están programadas para octubre).
No ha cambiado nada, dice la oposición
La dimisión diferida anunciada por Trudeau no ha cambiado nada, aseguraron los líderes de los tres principales partidos de la oposición del país, que reafirmaron su intención de presentar una moción de censura lo antes posible.
Poilievre dijo que la renuncia “no cambia nada”. Aseguró que la razón por la que el Partido Liberal ha decidido reemplazar a su líder es porque los diputados liberales “se sienten culpables” de las políticas que, a decir del dirigente conservador, han roto el país, y que cualquier liberal que asuma en vez de Trudeau será “más de lo mismo” que el pueblo no quiere más. El socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), cuyo apoyo desde las elecciones de 2021 había permitido a Trudeau gobernar, hasta que la alianza se rompió, señaló que el anuncio del primer ministro no cambiará su decisión de apoyar una moción de censura. “Los liberales de Justin Trudeau han abandonado a los canadienses”, declaró el líder del NPD, Jagmeet Singh.
“El problema no es sólo Justin Trudeau. Es cada uno de los ministros que ha tenido responsabilidades. Es cada diputado liberal que ignoró a los canadienses que están preocupados por el elevado costo de la vida o la decrépita sanidad. Los liberales no se merecen otra oportunidad, sin importar quién es el líder”, añadió Singh.
Yves-François Blanchet, líder del soberanista Bloque Quebequés (BQ), el segundo partido de la Cámara Baja, también rechazó que el reemplazo de Trudeau cambie la aritmética parlamentaria.
“No hay diferencia significativa entre el Partido Liberal que conocemos y el que se presentará después de que haya un nuevo líder. Sólo hay una manera que es relevante para Quebec y Canadá: que la población elija un nuevo Parlamento”, dijo.
Casi una década después de llegar al poder, y tras ganar su tercera elección consecutiva en 2021, Trudeau, de 53 años, llevaba semanas bajo presión ante la proximidad de los comicios, el malestar de la población con la situación económica, el costo de la vida, de la vivienda y el declive en los servicios de salud, y con su partido en el punto más bajo de las encuestas.
El primer golpe mortal lo asestó el NPD, al abandonar el gobierno y dejarlo en minoría. Pero el factor definitivo fue la renuncia de la viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, hasta ese momento fiel escudera de Trudeau y quien criticó con mordacidad las prioridades económicas del primer ministro frente a las amenazas de aranceles de 25% lanzadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Por lo pronto, Trudeau continuará gobernando Canadá cuando Trump asuma el cargo el próximo 20 de enero. El estadounidense aprovechó la renuncia de Trudeau para insistir en su insólita propuesta de fusión de ambos países y, de alguna manera, adjudicarse la renuncia del canadiense, con quien nunca ha tenido buena relación.
“Si Canadá se fusiona con Estados Unidos no habría aranceles, los impuestos bajarían y tendrían total seguridad frente a las amenazas de barcos rusos y chinos que constantemente los rodean”, escribió Trump en redes sociales. “Estados Unidos ya no puede soportar los enormes déficits comerciales y los subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau sabía esto y dimitió”, afirmó.
Lori Turnbull, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Dalhousie, dijo que una carrera por el liderazgo liberal tomaría de cuatro a seis meses, pero esta vez “tienen que ser más rápidos”.
“Si no tienen un nuevo líder para las próximas elecciones, entonces no tiene sentido”, declaró. Las encuestas los colocan 20 puntos por debajo de los conservadores.
