Estados Unidos

condenó la "ilegítima usurpación del poder" llevada a cabo por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que juró el jueves por un segundo mandato hasta 2025, a pesar de la presión internacional y la a dvertencia de la mayoría de países de la región de que no reconocerán su gobierno.

En América Latina, varios países manifestaron su rechazo al nuevo período de Maduro al frente de la presidencia, con Paraguay rompiendo relaciones diplomáticas y Perú llamando a consulta a su última diplomática en Caracas.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aseguró en un comunicado que su país "se mantiene firme en su apoyo al pueblo venezolano y continuará usando todo el peso del poder económico y diplomático de Estados Unidos para presionar por la restauración de la democracia venezolana".

Maduro prestó juramento ante Tribunal Supremo de Justicia porque la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, fue despojada de sus poderes en 2016, una medida que reforzó las críticas al presidente de gobernar con un estilo autocrático.

Paraguay fue el país sudamericano que con más fuerza reaccionó a la asunción del cargo por parte de Maduro, ya que el presidente Mario Abdo anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela, incluyendo el cierre de la embajada de Paraguay y el retiro inmediato del personal.

"El Gobierno de la República de Paraguay adopta hoy (jueves) la decisión de romper las relaciones diplomáticas con la República Bolivariana de Venezuela", dijo Abdo en un mensaje televisado, donde también pidió a otros países que "se expresen con hechos concretos en favor del pueblo venezolano".

Por su parte, el ministro de Relaciones de Exteriores de Chile, Roberto Ampuero, aseguró que "hoy es un día negro para la democracia en Venezuela. Hoy es un día en el cual Nicolás Maduro va a colocar una lápida sobre la democracia venezolana".

Tanto Paraguay como Chile forman parte del denominado Grupo de Lima , que fue creado en 2017 para presionar por reformas democráticas en Venezuela e instó el pasado viernes a Maduro a no asumir de nuevo la presidencia, en un acuerdo del que se marginó México.

Perú, otro miembro del Grupo de Lima, llamó a consulta a su encargada de negocios, quien era la última diplomática que estaba en Caracas y calificó de "ilegítimo" su nuevo período presidencial.

La Organización de Estados Americanos (OEA) fue otra de las instituciones que criticó la renovación del poder por parte de Maduro.

En su cuenta de Twitter, indicó que el "Consejo Permanente de la #OEA acuerda "no reconocer la legitimidad del período del régimen de @NicolásMaduro a partir del 10 de enero de 2019".

Para el presidente de Argentina, Mauricio Macri, la investidura de Maduro "carece de la autoridad de las urnas y también de credibilidad internacional".

"Su poder no es auténtico, aunque trata de escabullirse en la victimización. Maduro se presenta como el presidente perseguido. Pero él no es la víctima, Maduro es el victimario", dijo Macri en su cuenta de Twitter.

lsm

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